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Experiencias empresariles

La fusión no frena a El Monte

La caja sevillana y su vecina, Caja San Fernando, deben sentar las bases de la integración tecnológica este mes, pero El Monte mantiene sus planes para 2003

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nmersa en el proceso de fusión con Caja San Fernando, la también sevillana El Monte mantiene sus planes relacionados con las tecnologías de la información. De hecho, en la última sesión de 2002 que reunió a la asamblea general, su presidente, José María Bueno Lidón, señaló como objetivos la mejora de las aplicaciones informáticas y el fortalecimiento de la presencia en Internet.

Uno de los puntos fundamentales de debate con Caja San Fernando es el que se refiere a la convergencia de los sistemas de información. Por ello se ha creado una comisión técnica en la que se sientan especialistas en informática y negocio electrónico de las dos cajas. Fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que su plazo para cerrar un proyecto común termina a finales de este mes. A partir de la integración habrá que adaptar los sistemas para cubrir una red de 717 oficinas y 4.262 empleados. Entretanto, la mayor de las dos entidades, el Monte, no frena.

Con 23 millones de presupuesto para tecnología, ha estrenado web y ha visto crecer las transacciones electrónicas un 119%

Trato personalizado, agilidad y acierto en la oferta son tres pilares sobre los que asienta su relación con la tecnología. 'La razón de ser de mi departamento es poder reaccionar en todo momento a la petición de un cliente, aprovechar la experiencia que acumulamos con él y eliminar caminos innecesarios de acceso a la información. Para ello es imprescindible una apuesta económica y el respaldo de la dirección', explica el responsable de sistemas y organización, José Guardado.

El Monte mantiene separadas la citada sección de sistemas y la de mercado virtual. La primera se ocupa de los grandes equipos que permanecen ocultos al cliente -'lo que no luce', dice Guardado- pero sirven de soporte, y la segunda trabaja con el escaparate en Internet.

Por partes, el presupuesto para 2003 de sistemas de información y organización, en el que se incluyen partidas como la externalización (outsourcing) o el compromiso con un centro de respaldo ante desastres, es de 20 millones de euros. La suma ha crecido un 12% respecto a 2002: 'Esto no hace más que demostrar nuestra intención de estar en vanguardia. En cuestión de tecnología no solemos dar pasos atrás', afirma José Guardado. Su última apuesta es el sistema de información (data warehouse) Aljibe, instalado por Teradata (filial de NCR).

En cuanto a mercado virtual, el presupuesto para este año alcanza los tres millones de euros y la más reciente actuación ha sido la completa renovación de su buque insignia, www.elmonte.es o Montevía, presentada el 20 de diciembre. La página registró 8,2 millones de operaciones a lo largo de 2002, lo que ha significado un crecimiento del 119,8% respecto a las transacciones electrónicas de 2001. Además, el pasado mes de diciembre Montevía superó por primera vez el millón de operaciones en un solo mes.

'Los cambios se refieren al diseño y a la navegación, puesto que hemos convertido el menú tradicional en algo parecido al que presentan los canales de la televisión digital', relata el jefe de Mercados Virtuales, Francisco Platero Jurado. Antes, El Monte, cuya primera página fue abierta en 1996, basaba su presencia en Internet en un estándar establecido por la CECA. Ahora se diferencia y sus próximos planes versan sobre la apertura de una sección de empresas y otra sobre el mercado inmobiliario.

El cliente de El Monte aprecia la apuesta por la tecnología de su entidad financiera cuando usa la banca telefónica o entra en su página web, pero en el corazón del negocio hay un verdadero trasiego de datos cuyo tráfico está regulado por potentes máquinas.

Compartir gastos

Una de las tareas de la caja en los últimos 12 años ha sido la búsqueda de un sistema de información común para diversas cajas. Ha pasado por el proyecto Seinfor, que englobaba a 15 entidades y perseguía el diseño de un centro de cálculo para todas. El intento fue abandonado, tras dos años, por falta de acuerdo. El segundo programa, llamado Génesis, contó con la participaron de IBM, Caja de Tenerife, Caja de Badajoz y El Monte. La excesiva cautela de sus integrantes le condujo al fracaso tras un año de encuentros. El Monte inició un nuevo proceso, proyecto Fivof, con respaldo económico de la UE. Así ocupó otros dos años en la búsqueda de un sistema de información que permitiera compartir gastos, pero tampoco hubo acuerdo.

El último paso de El Monte en este sentido fue su participación en Infocaja, del que la sevillana salió en 1999 debido a que comenzó a anunciarse una posible fusión con Caja San Fernando. Esta inquietud por optimizar sus aplicaciones informáticas minimizando gastos ha ido marcando su evolución tecnológica, de igual modo que lo han hecho los procesos de integración con otras entidades como Caja Huelva y, en la actualidad, con Caja San Fernando.

'De cada uno de estas experiencias hemos obtenido resultados, como un modelo de datos y procesos de Génesis; el germen de la actual aplicación de terminales Trajano de Fivof; la definición de una arquitectura de los sistemas necesarios en una entidad y el análisis de las soluciones que aportaba el mercado de Infocaja...', valora Guardado. Por lo tanto, no da por mal empleado el esfuerzo: 'En nuestra actividad siempre hay que perseguir una utopía'.

De forma paralela lanzaba una profunda remodelación de aplicaciones. De hecho, prácticamente la primera tarea encomendada a Guardado en 1982 fue la remodelación del Centro de Proceso de Datos, trabajo que se extendió hasta 1987. También fue en ese periodo cuando se inauguró el centro de cálculo en el sevillano polígono de Calonge.

En 1989 se inicia la fusión con Caja de Huelva y ésta conduce a la integración y consolidación -en dos años- de la operativa de la nueva entidad. En octubre de 1993 El Monte da el salto hacia la externalización del mantenimiento de su ordenador central -hoy esa tarea depende de IBM-: 'Queríamos que el día a día lo vigilara una empresa experta que nos dejara centrarnos en nuestra tarea como caja. Esa decisión nos permitió embarcarnos en los distintos proyectos de colaboración tecnológica con otras entidades', cuenta Guardado. Entretanto, El Monte fue adaptando a su negocio aplicaciones como el videotexto (1992), la instalación de cajeros (primero de IBM y posteriormente de NCR), la página en Internet y la banca electrónica.

Aljibe, el centro de datos

Faltaba dar con una herramienta que soportara los datos para explotar la información que la caja precisa en cada operación. Fue el momento en que El Monte selecciona el proyecto de Teradata, filial de NCR, para instalar una compleja aplicación llamada Aljibe. 'Sobre la tecnología de Teradata hemos ido volcando millones de datos y hoy atiende todas las necesidades de la casa', explica Guardado. De este modo, cualquier consulta interna de marketing o mercados, la identificación de los productos más adecuados, la ayuda a la realización de auditorías, información histórica de gestión, conocimiento del cliente por parte de las oficinas y un largo etcétera dependen del sistema de información Aljibe. 'La transacción en la ventanilla conlleva un arduo trabajo de gestión que tenemos simplificada gracias a una única fuente de información instalada por Teradata', resume el jefe del proyecto Aljibe, Antonio Barros.

'Hemos conseguido crear un sistema data warehouse corporativo de verdad. Se han eliminado todas las fuentes de información y se han integrado en un solo modelo que da servicio a toda la entidad. Aparte están los sistemas operacionales o transaccionales', comenta el responsable de la cuenta de El Monte en Teradata, Alfredo Díaz.

El hecho de separar la informática que gestiona las operaciones de la que se encarga de la información hace que la respuesta sea rápida y eficaz: 'No podemos ralentizar el proceso de respuesta cuando alguien pide movimientos de hace cinco años para lo que debemos mover millones de registros. El ordenador central tardaría en encontrarlas y le robaríamos eficacia. Para eso está el desarrollo de Teradata, ligado al corazón informático de la entidad, del que recoge datos, pero independiente del mismo en su funcionamiento', sentencia Barros.

Un portal para 420.000 clientes

El portal de banca electrónica Montevía está abierto a los 420.000 clientes con tarjeta de crédito de El Monte. 'En el contrato de su tarjeta ya les especificamos que pueden acceder a través de su número secreto (PIN) a la página web y realizar sus consultas o movimientos', explica el responsable de Mercados Virtuales, Francisco Platero Jurado.Bajo su punto de vista, 'no se puede molestar con continuas consultas y haciendo que la gente venga al banco cada vez que pretende utilizar un canal nuevo. Nosotros tomamos sus datos en el momento en que adquieren la tarjeta y éstos nos sirven para identificarles en la Red', añade. Del total de potenciales usuarios, en diciembre del año pasado eran 71.300 los que entraban de un modo más o menos regular en www.elmonte.es. Las operaciones más demandadas son la consulta de saldos y movimientos. Otra línea de interés en El Monte es la banca telefónica, canal abierto en 1994 y a través del que se realizan más de un millón de operaciones al año.

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