Los expertos apuestan por nuevos mínimos para las principales Bolsas
Los analistas hacen sus apuestas. Los mínimos están servidos. ¿Cuándo? ¿Cómo? Que la situación geopolítica provocará órdenes de venta de consideración en los mercados es algo que nadie duda. Lo importante es, según los expertos, adelantarse a las tendencias y, si es posible, calcular bien los tiempos de la guerra que viene.
Las fisuras entre los aliados y la mayor contestación social, con la posibilidad de que a Irak acudan ciudadanos de diversas partes del mundo para hacer de escudos humanos, ha llevado más incertidumbre a unas Bolsas desfallecidas. Hay consenso en que la guerra que viene no es comparable con la del Golfo.
A las tensiones geopolíticas se unen, además, los sucesivos recortes de las previsiones de crecimiento de las economías más importantes del mundo. Un panorama descorazonador para los mercados, que ahuyenta aún más al inversor final.
Las Bolsas están en manos, de este modo, de los especialistas en arbitraje y en operaciones con derivados. Ello explica los incrementos en la volatilidad y la suma de disparates como las observados la semana pasada en el Stoxx y en la Bolsa de Francfort. Aquél registró el miércoles una desviación del 5% entre el máximo y el mínimo del día, y ésta, una diferencia del 8%. Son porcentajes espectaculares, como en los casinos, y nunca de mercados organizados. No es, sin embargo, la primera vez que sucede. En 2002 se dieron muchos episodios similares.
Hay factores que pasan por alto, pero que son de interés secular para las Bolsas, como los resultados de las empresas cotizadas. Las referencias del S&P 500 apuntan una subida del beneficio del 12% en el cuatro trimestre de 2002, el incremento más importante de los dos últimos años.
La mejora es, no obstante, insuficiente para mantener las valoraciones actuales de Wall Street. Los mercados, además, sopesan más el futuro que viene tras los mensajes de empresas como General Electric, AT&T, Microsoft e Eastman Kodak de que el beneficio caerá.
La situación de los mercados emergentes, con el desfallecimiento de las dos últimas semanas después de un arranque alcista del año, es otro de los asuntos que centran la atención de los inversores españoles. El fuerte retroceso de la Bolsa brasileña en enero ha tenido una influencia negativa en nuestro mercado.
Las advertencias sobre la debilidad de la economía mexicana y las contradicciones eternas en Argentina empeoran de manera progresiva las expectativas del mercado español debido a la fuerte exposición de los valores del Ibex en la zona.