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Madrid

Gallardón promete crear una sociedad para coordinar las obras públicas

En la sociedad prometida ayer por Ruiz-Gallardón si consigue la alcaldía tendrían presencia los operadores de servicios más importantes, que deberán coordinarse para evitar que las calles de Madrid se conviertan en una especie de queso gruyer por culpa del calendario elegido por las empresas de agua, luz y telefonía, entre otras, para ejecutar sus proyectos. La finalidad es acabar con la continua apertura de zanjas, una obsesión que ha marcado la gestión de José María Álvarez del Manzano. Las empresas que no aprovechen a su debido tiempo una obra determinada para desarrollar sus planes no obtendrán permiso para ello hasta transcurridos, como mínimo, tres años.

Durante el desayuno convocado en un hotel madrileño por Europa Press, Ruiz-Gallardón prometió también la construcción de 75.000 nuevas viviendas en el plazo de cuatro años. De ellas, 40.000 estarán en el centro de la ciudad, un espacio que, en su opinión, hay que recuperar para el ciudadano. Además, el candidato se comprometió a rehabilitar 6.000 viviendas que serán destinadas al alquiler a un precio de 300 euros mensuales. A ellas podrán acceder jóvenes menores de 35 años.

Otro proyecto del actual presidente madrileño consiste en utilizar a la Policía Municipal como auténtica policía de barrio, sacando a la calle los efectivos que ahora se dedican a tareas burocráticas. Su intención es que colaboren en la prevención del delito tanto o más que el Cuerpo Nacional de Policía.

A la presentación de las grandes líneas del programa electoral de Gallardón asistieron el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato; el ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, así como la esposa del presidente del Gobierno, Ana Botella. Los tres se sentaron en la misma mesa junto al ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, y el presidente del Senado, Juan José Lucas. Al acto acudieron también numerosos empresarios, entre ellos Florentino Pérez, Rafael Arias-Salgado, Miguel Corsini, Fernando Fernández Tapias, Gonzalo Pascual, Juan Jiménez Aguilar y Luis Salazar Simpson. Tampoco faltó el nuncio apostólico, Manuel Monteiro.

Ante esta audiencia, Ruiz-Gallardón esquivó la mayoría de las preguntas sobre su disponibilidad para suceder a José María Aznar en el cartel electoral. No obstante, el candidato admitió que las elecciones municipales y autonómicas de mayo influirán en este proceso. A su juicio, el PP es un partido que se ha construido 'de abajo a arriba', dijo, de ahí que el poder local y autonómico sea 'absolutamente determinante'.

El candidato también dio a entender que la carrera para sustituir a Aznar no es cosa sólo de tres. 'No somos uno, ni cuatro, ni cinco, ni seis, somos probablemente muchas las personas que después de muchos años de ejercicio de responsabilidades, en estos momentos al menos sobre la teoría, se podría plantear que podrían ejercer responsabilidades', sostuvo.

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