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'Telecos'

Auna cierra el año en pérdidas pero su filial Amena gana ya más de 100 millones

Antonio Ruiz del Árbol / Jordi Sacristán

Los accionistas del segundo operador español de telecomunicaciones consideran que han resuelto el 'complicado ejercicio de 2002 de forma satisfactoria' y por ello no dudaron en arropar ayer, durante la presentación de resultados, el relanzamiento del grupo empresarial en una nueva etapa.

Las pérdidas netas siguen siendo muy abultadas y se elevaron hasta 560 millones de euros. Pero en relación con los números rojos por 729 millones del ejercicio 2001, suponen una mejoría del 23%. Por segundo año consecutivo, Auna logró un resultado operativo positivo, al pasar de 129 millones en 2001 a 610 millones el año pasado.

En la mejora del resultado operativo del grupo tiene una gran responsabilidad el balance de Amena, la empresa de comunicaciones móviles, que aportó 656 millones a esta cifra. La filial de telefonía fija, Auna Telecomunicaciones, consiguió un resultado operativo negativo de 39 millones, frente a unos números rojos de 101 millones en el ejercicio precedente.

Los ingresos consolidados del grupo también han mantenido una evolución positiva del 38%, al pasar de 2.306 a 3.177 millones.

El consejero delegado de Auna, Joan David Grimà, señaló durante la presentación de resultados que 'ya no está de moda hacer previsiones de resultados para los ejercicios futuros', pero no resistió la tentación de vaticinar que en 2003 'Auna será capaz de arrojar un beneficio neto equilibrado, con un resultado operativo positivo de 1.000 millones'.

Aunque el acto celebrado ayer tuvo como excusa oficial la presentación de resultados de 2002, el presidente y el consejero delegado no ocultaron que también pretenden iniciar una campaña para el relanzamiento de su imagen, una vez que está prácticamente finalizado el proceso de reestructuración del grupo.

Reestructuración

En este proceso se han fusionado con la antigua compañía de telefonía fija, Retevisión, las cinco empresas de cable de Auna y se ha pactado un expediente de regulación de empleo que reducirá entre 550 y 750 el número de trabajadores de una plantilla que tenía 6.772 trabajadores al cierre del último ejercicio.

Llegado a este punto, el operador de telecomunicaciones ha creído conveniente presentar su nueva identidad corporativa, cuyo relanzamiento publicitario estará apoyado con una inversión de seis millones de euros.

La nueva Auna abandona definitivamente la marca de Retevisión y mantiene la tipografía y los colores que la han caracterizado durante sus cinco años de existencia, así como la denominación de Amena para su filial de telefonía celular. Pone además en juego un logotipo abreviado con la primera 'a' de su denominación que en el futuro obtendrá un mayor protagonismo.

Durante el acto se hizo la presentación oficial del área de negocios creada para atender la cartera de clientes formada por las 1.000 mayores empresas españolas. Esta nueva estructura se denomina Auna Grandes Clientes y está dirigida por Antonio Rodríguez Roldán.

El negocio de telefonía móvil del grupo, explotado por la filial Amena, fue presentado por Joan David Grimà como 'el verdadero motor de Auna', al anunciar sus primeros beneficios netos de 101 millones de euros, frente a los números rojos de 120 millones del año pasado.

El consejero delegado de Amena, Belarmino García, señaló que su empresa 'con toda probabilidad' ha sido la que más clientes ha captado durante la pasada campaña de Navidad. 'De los 1,1 millones de nuevos clientes, nosotros hemos conseguido 460.000 altas netas'.

En cuanto a la liquidación de Quiero TV, Salazar-Simpson explicó que las minusvalías por la operación de liquidación de la plataforma de televisión digital imputadas a la cuenta de 2002 se habían elevado a 146 millones.

Grimà afirmó que la venta de la red de antenas de Retevisión Audiovisual, dedicada al transporte de señales, se resolverá en el primer semestre. El precio de venta podría rondar los 450 millones.

Este ejercicio no requerirá más fondos de los accionistas

La premisa de la dirección de Auna para 2003 es evitar que los accionistas (Endesa, Santander Central Hispano, Unión Fenosa y las cajas) deban inyectar nuevos recursos a la compañía. Según el presidente del grupo, Luis Alberto Salazar-Simpson, 'nos hemos comprometido a no ampliar capital y nuestra intención es autofinanciar las inversiones (de 834 millones de euros) con el flujo de caja y las ventas que realicemos'. Auna cerró 2002 con una inversión acumulada en cinco años de 8.200 millones de euros, de los que 3.480 millones corresponden al negocio de telefonía móvil. Estas inversiones se traducen en el balance en una deuda acumulada de 4.400 millones. Los gastos financieros el año pasado lastraron la cuenta de resultados en 268 millones. Salazar-Simpson descartó una salida a bolsa durante los dos próximos años. 'A priori, la empresa no necesita nueva financiación y no emprenderemos la salida al mercado por iniciativa propia, aunque otra cosa es que a nuestros accionistas les interese realizar una desinversión y elijan ese camino para hacerlo', puntualizó. Pese ello, el presidente de Auna (que es consejero del SCH) aseguró que 'Endesa no tiene presupuestadas plusvalías en 2003 por sus acciones en Auna, y el banco, tampoco.' El accionariado de Auna está controlado por Endesa, con un 29,88%; Santander Central Hispano, con un 23,49%; Unión Fenosa, con el 18,7%, y un grupo de cajas de ahorros, con el 13,2%. ING controla un 10,27% del capital, pero sobre esta participación tienen derechos de compra los tres primeros accionistas. Por su parte, Telecom Italia conserva 'un derecho de tanteo a corto plazo sobre el capital de Amena, ahora fusionada en Auna', explicó el presidente. Salazar-Simpson aseguró que la fusión con el operador de cable Ono es 'algo que se hará, pero no se sabe cuándo', aunque señaló 2004 como la fecha más probable.

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