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Operación

El Popular compra el 75% del portugués Crédito Inmobiliario por 390 millones

El empresario portugués Americo Amorim y el Banco Popular han alcanzado un principio de acuerdo por el que la entidad presidida por los hermanos Valls compra el 75% de la participación que el empresario posee en el portugués Banco Nacional de Crédito Inmobiliario (BNC). A cambio, Amorim entra en el capital del banco español con una participación del 4,5%, mediante una ampliación de capital, que le convierte en el tercer accionista, por detrás del grupo mayoritario, que cuenta con el 11%, y el grupo alemán Allianz, que posee el 9,5%. Además, el empresario será miembro del consejo de administración de la entidad española.

La capitalización del Banco Popular ascendía, a precios de ayer, a 8.686 millones de euros, por lo que la participación de Amorim está valorada en 390,87 millones de euros.

Una vez materializada la compra de este 75%, el Popular se propone lanzar una opa sobre el resto de las acciones, con lo que si extrapolamos el precio de ayer, el Banco Popular se haría con la totalidad de la entidad por 521 millones de euros aproximadamente.

Con esta operación el Popular logra su ansiado objetivo de ampliar su presencia en Portugal, un mercado al que piensa trasladar el modelo de banca comercial que tan buenos resultados le está ofreciendo en España.

No obstante, el Banco Nacional de Crédito Inmobiliario mantiene la marca y se asegura su continuidad jurídica. La entidad está entre los primeros 10 bancos de Portugal y tiene una cuota de préstamos de tan sólo el 2%, con un volumen de activos de 3.400 millones de euros, 2.700 millones en recursos de clientes y 2.600 millones de créditos.

El acuerdo se firmó ayer en Lisboa en un acto en el que estuvieron presentes por parte española el presidente, Javier Valls; el consejero delegado, Ángel Ron, y Rafael Bermejo.

Hace tiempo que los hermanos Valls mantienen relaciones con Amorim, el mayor productor de corcho del mundo y antiguo accionista del BCP, banco portugués en el que también fueron socios.

A finales de 1999, el Banco Popular dio por finalizado el acuerdo comercial que tenía en Portugal con el Banco Pinto Sotto mayor. Desde ese momento decidió abrir oficinas con su propia marca para atender a los clientes con los que contaba en el país vecino.

Hasta entonces, estaba presente en el mercado vecino a través de acuerdos con distintas entidades, como el Banco Comercial Portugués entre los años 1991 y 1993, y el Pinto Sotto Mayor entre los años 1996 y 1999.

El acuerdo anunciado ayer permite a Amorim seguir en el sector financiero. De hecho, entrar en el capital del Popular ha sido una de las condiciones del empresario desde que hace casi un año se iniciaran los contactos. Para el Popular, la operación constituye la vía para consolidar el concepto de mercado ibérico y reforzar una tímida expansión en el país vecino, donde cuenta solamente con 11 oficinas. El BNC tiene una red de 111 oficinas, repartidas por todo el país, una estructura que el banco español considera suficiente para abordar el mercado portugués de pymes. La aspiración es llegar a tener una cuota similar a la que posee en España.

Roberto Higueras, director general de gestión financiera del Popular, comentaba ayer que 'hemos encontrado el caramelo que buscábamos'.

De hecho, el banco destaca que el Banco Nacional de Crédito Inmobiliario tiene un 'excelente perfil' para desarrollar el modelo del Popular, muy orientado hacia la banca de empresas, fundamentalmente pymes.

El Popular destaca en las explicaciones sobre la operación remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la buena calidad de los activos de la entidad portuguesa, su rápido crecimiento del balance y su especialización en la promoción inmobiliaria. Además subraya que la operación tendrá una incidencia inmediata, sin dilución significativa para los inversores.

En todo caso, los acuerdos están aún sujetos a la conformidad de las autoridades portuguesas y españolas.

La CNMV suspendió ayer la cotización del Popular ante la difusión del acuerdo.

Con el foco puesto en las pymes

El banco que controlará el Popular está entre los diez primeros del sector bancario portugués. Volcado en la promoción inmobiliaria, el Banco Nacional de Crédito Inmobiliario (BNCI) tiene la menor tasa de morosidad de todo el sistema, una de las características que lo han hecho atractivo para el Banco Popular. A ello se une la destacable dispersión del riesgo crediticio y su carácter minorista: el 81% de los activos son créditos a clientes.El 53% de la cartera de créditos de la entidad lusa corresponde a promoción inmobiliaria sobre un total de 2.600 millones de euros. Las hipotecas a particulares tienen un peso del 12%. Mientras el 29% son préstamos a pymes, uno de los negocios que quiere potenciar el banco que copresiden los hermanos Valls a imagen y semejanza de lo que ya realiza en el mercado español. El negocio de los medios de pago también está en la agenda. Entre los retos principales figuran ganar cuota en un mercado dominado por tres grandes entidades y mejorar la eficiencia del Banco de Crédito Inmobiliario (del 54,7%), muy inferior a la del Popular. 'Es un banco muy complementario con la estructura actual del Popular', destaca Roberto Higuera, director general de gestión financiera de la entidad.

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