Las advertencias de menores beneficios sacuden las Bolsas
El tono de preocupación entre los inversores crece a marchas forzadas. A la posibilidad de guerra en Irak se l suman ahora una nueva oleada de advertencias de menores beneficios (Gateway, Dixons), los malos resultados empresariales (Alcoa) y el temor a que el consumo se haya deteriorado más de lo previsto en ambos lados del Atlántico.
Las caídas registradas en Wall Street y en Europa no dejan lugar a dudas de la desconfianza inversora. El Dow cedió un 1,66% y el Nasdaq cayó el 2,13%, mientras que Francfort encabezó las pérdidas en el Viejo Continente con un descenso del 3,85%.
Alcoa, el mayor fabricante de aluminio del mundo, representa tradicionalmente el chupinazo a la campaña de presentaciones de beneficios entre las grandes compañías estadounidenses. Y las noticias no son buenas. Este componente del Dow cedió ayer el 11,2%, tras presentar un beneficio por acción en el cuarto trimestre de 16 céntimos, lejos de los 25 esperados por el consenso de los analistas.
La noche del martes, el fabricante de ordenadores Gateway echaba un jarro de agua fría sobre el sector tecnológico al señalar que ganará menos de lo previsto. Ayer cedió un 7,57%. Intel (-4,43%) añadió otra nota de pesimismo al dibujar un futuro incierto para los fabricantes de semiconductores y se llevó por delante a Applied Materials (-4,51%).
Por último, la rebaja de recomendación de UBS sobre Verizon (-6,17%) y BellSouth (-4,01%), que situó a ambas en reducir desde mantener, remató a las telecos. UBS recortó también la recomendación de JP Morgan (-4,02%).
Las Bolsas europeas sufrieron su segunda jornada consecutiva de pérdidas. La advertencia de menores beneficios lanzada por la británica Dixons hizo saltar las alarmas: los inversores empiezan a percibir la debilidad del consumo en el Viejo Continente.
Dixons, el mayor vendedor de artículos electrónicos del Reino Unido, perdió el 20,75% tras anunciar que la campaña de Navidad ha sido mala y ganará menos de lo previsto. El anuncio de la británica estuvo precedido por la advertencia de menores beneficios lanzada en la víspera por el fabricante de ordenadores estadounidense Gateway y se llevó por delante los valores del sector de ventas minoristas, como la británica Kingfisher (-7,81%), la alemana Metro (-3,15%) y la francesa Carrefour (-2,42%).
La advertencia de Dixons sentó muy mal en un mercado que todavía no había olvidado las pésimas cifras de ventas minoristas en Alemania publicadas el martes. Así, toda una ristra de sectores que se ven afectados por la caída en la demanda de los consumidores se vieron arrastrados por la marea vendedora. Si el consumo no tira, tampoco lo hace el ocio, el transporte o las ventas de automóviles, de ahí las caídas de DaimlerChrysler (-6%), Lufthansa (-2,47%) y el fabricante de cosméticos francés Pinault (-7,67%).
Tampoco contribuyeron a mejorar el ánimo las palabras del presidente de Philips (-5,21%), quien señaló que no espera para este año una recuperación del sector de semiconductores. Nokia y ASML, fabricante de maquinaria para la industria de semiconductores, cedieron el 5,2% y el 5,17%, respectivamente. Siemens, afectada por un recorte de recomendación de UBS, cayó un 6,32%. Por último el fuerte descenso ayer del crudo (que cedió el 1,64%, hasta los 28,85 dólares) castigó a Totalfina (-3,19%) y Eni (-2,51%).
Las expectativas de que Argentina y el FMI alcancen un acuerdo y un nuevo paso hacia la flexibilización del mercado cambiario impulsaron ayer el Merval, que ganó el 1,83%. El índice de la Bolsa de Buenos Aires ha ganado el 9% desde que empezó el año.
Los inversores nipones siguen muy preocupados por la precaria situación de su economía y la delicada situación de las grandes corporaciones bancarias. Mitsui Sumitomo retrocedió un 5,28% y tocó la cota más baja de su historia.