_
_
_
_
Claves fiscales
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Aumenta el interés por los garantizados

La entrada en vigor del nuevo tratamiento fiscal de los fondos de inversión fomentará la oferta de productos nuevos tratando de suscitar el interés de los inversores, entre los que estarán sin duda los fondos garantizados.

Este tipo de fondos nació en España en 1994 y su masiva comercialización estuvo favorecida, primero, por la inestabilidad que habían atravesado los mercados de renta fija en 1994 y, después, por la progresiva caída de los tipos de interés. En definitiva, primero por la subida de tipos y después por su bajada.

En efecto, a principios de febrero de 1994, la Reserva Federal decidió subir los tipos de interés de corto plazo del dólar provocando un verdadero crac en los mercados de renta fija que, en Europa, apenas se habían repuesto de una situación parecida en el verano de 1992, la que acompañó la crisis del sistema monetario europeo.

Las pérdidas en las carteras de renta fija de los fondos fueron cuantiosas, sin que la situación remitiera hasta finales de 1994, provocando reembolsos masivos por parte de los partícipes que no podían comprender que los fondos de renta fija les estuvieran provocando tamañas pérdidas. Los esfuerzos de los bancos y cajas por explicar a sus clientes lo que estaba sucediendo rara vez se veían acompañados por el éxito y eso provocó que pidieran a los gestores de fondos productos más estables y que pudieran garantizar una rentabilidad determinada, o ligada a la evolución de un índice, manteniendo las ventajas fiscales propias de los fondos de inversión.

Los bonos con cupón cero y los mercados de derivados vinieron en ayuda de los gestores y, ocho años más tarde, los fondos garantizados son un producto habitual de todos los distribuidores de fondos.

El otro factor que determinó el crecimiento de los fondos garantizados fue la caída de los tipos de interés que se produjo a partir de 1995 y que hace que hoy sean alrededor de un 7% más bajos. Los fondos garantizados ofrecieron la oportunidad de obtener rentabilidades superiores a las proporcionadas por los depósitos o los Fiamm.

El crecimiento del patrimonio conjunto de los fondos garantizados fue exponencial a lo largo de esos años, alcanzando su máximo a finales de 1998 los de renta fija (con cerca de 18.000 millones de euros) y a finales de 1999 los de renta variable (con casi 29.000 millones de euros).

Desde 1999, sin embargo, la comercialización de los fondos garantizados ha ido perdiendo fuelle. La inestabilidad de los mercados bursátiles desde marzo de 2000, en vez de incrementar el atractivo de este tipo de productos ha revelado su talón de Aquiles: al vencimiento de las garantías, los fondos de renta variable garantizados y con su rentabilidad ligada a un índice de Bolsa terminaban por defraudar las expectativas generadas.

De ahí que a lo largo de 2002 el goteo de patrimonio haya continuado: los fondos garantizados de renta fija han pasado de un patrimonio conjunto de 18.000 a 15.000 millones de euros y los de renta variable de más de 24.000 a 23.000 millones de euros.

El desencanto con los garantizados tiene que ver también con la proporción del patrimonio que se suele garantizar: en el caso de los de renta variable entre el 95% y el 100% y estableciendo un techo a la revalorización del índice de Bolsa de que se trate. También con los periodos de mantenimiento de la inversión y las elevadas comisiones que penalizan el reembolso previo al vencimiento de la garantía.

Comisiones elevadas y escaso potencial

Los fondos garantizados han venido siendo mucho más populares entre los inversores europeos y asiáticos que entre los norteamericanos, que ven con mayor desconfianza las comisiones elevadas que, en general, se pagan por este tipo de fondos, así como la limitación en su potencial de revalorización. El incremento de la volatilidad, con el consiguiente encarecimiento de las opciones sobre renta variable, está haciendo mucho más complicado el lanzamiento de fondos garantizados.Las maneras en que los fondos garantizados se las arreglan para, al vencimiento, poder entregar a sus partícipes el principal (o un porcentaje) prometido son variadas. La más conocida consiste en la compra de bonos con cupón cero, es decir bonos emitidos con un gran descuento, por parte del fondo garantizado y que vence en la misma fecha que la garantía. El descuento se invierte en opciones o en acciones de las empresas con mayor capitalización dentro de las que forman parte de un índice.

Archivado En

_
_