_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Optimismo para la Bolsa

Fieles al rito de cada año, las principales firmas de inversión nacionales e internacionales envían a sus clientes en plenas Navidades sus informes de estrategia para el año entrante. Son tiempos de esperanza y optimismo. El sesgo al alza de los analistas es inquebrantable y consistente con lo que se espera de la renta variable: que recompense con mayor rentabilidad el mayor riesgo asumido. El problema es que la credibilidad de los analistas ha sido puesta en entredicho por sus reiterados errores en las predicciones, sobre todo cuando en muchos de los casos ha cundido la sospecha de que consejos y predicciones no respondían tanto a criterios profesionales como a conflictos de interés más o menos escandalosos.

En realidad, y como tantas veces se ha dicho, predecir es muy complicado, sobre todo cuando se trata de inversiones de riesgo. Lo que la Bolsa hará en 2003 depende, sobre todo, de lo que aún hoy no sabemos. El mercado cotiza los acontecimientos en tiempo real y, con diferentes dosis de aversión a la incertidumbre, se acomoda a lo previsible. Es lo imprevisto lo que acaba mandando en la evolución de las cotizaciones y los índices a lo largo de un año, un periodo que resulta cada vez más largo para efectuar estimaciones fiables.

Los analistas, conscientes de todo ello, se muestran cada vez más remisos a manejar previsiones para el índice a 12 meses vista. Además, el estudio sectorial se va imponiendo al análisis por países. En general, la labor de los expertos sigue siendo muy útil a la hora de anticipar tendencias generales y evoluciones relativas de unos sectores o valores frente a otros, y de poner el acento en los temas que dominarán la agenda de los inversores.

En uno de los aspectos en que las previsiones suelen mostrarse más acertadas es en las previsiones de resultados, sea por la pericia de los expertos o por las pistas que les dan las propias empresas. En esa materia, los pronósticos apuntan que los beneficios de las empresas del Ibex se triplicarán este año, tras un ejercicio 2002 marcado por resultados extraordinarios de signo opuesto, entre los que destacan los enormes saneamientos de Telefónica y su filial Móviles, y las fuertes plusvalías de empresas como Ferrovial, Repsol, Gas Natural, Fenosa, Endesa, Acciona o el Banco Santander.

En 2003 empezarán a dar fruto los importantes cambios de estrategia acometidos por las empresas ante la desaceleración económica y la crisis bursátil. Los años de expansión y diversificación han quedado atrás. La nueva estrategia viene marcada por el repliegue hacia el mercado doméstico y el negocio tradicional, la reducción de inversiones y la venta de activos no estratégicos para reducir deuda, los saneamientos de fondos de comercio y otros activos ficticios o sobrevalorados, y la puesta en marcha de planes de reducción de costes ante la mayor incertidumbre sobre la evolución de los ingresos.

Más información

Archivado En

_
_