Pequeña empresa busca gran gestor...
Cuando una gran compañía necesita cubrir un determinado puesto directivo, basta con que inserte su demanda en la prensa para que al departamento de recursos humanos le lluevan los currículos y dé comienzo un proceso de selección que, después de numerosas entrevistas y filtrados, dará como resultado la elección del candidato idóneo para satisfacer las competencias requeridas en el predeterminado perfil del puesto. El elegido recibirá una propuesta retributiva compleja y completa, acorde con el mercado, que le costará rechazar. En muchos casos, el renombre de la compañía es el gancho.
Y ¿qué ocurre cuando una pequeña empresa familiar decide que, alcanzado un determinado punto de desarrollo del negocio, debe separar propiedad y gestión y quiere contratar un gestor externo? Seguramente la empresa no disponga de departamento de recursos humanos. Es entonces cuando al empresario le asaltan varias dudas que no sabe cómo resolver: ¿a quién?, ¿cómo?, ¿cuántas?
'Cuando a un pequeño y mediano empresario le preguntas cómo es la gestión de las personas en su empresa, todavía es muy común encontrarse con la perplejidad ante el desconocimiento de qué más cosas hacer. Piensan que para su tamaño de organización no es necesario. Y no es cierto. La competitividad de una compañía en los mercados actuales pasa por la gestión óptima de sus recursos, entre ellos los humanos, y esto es independiente de si tiene cincuenta o cientos de empleados', asegura Yolanda Gutiérrez, directora general de la consultora Human Concept, especializada en selección de directivos y planificación de recursos humanos para las pequeñas y medianas compañías.
Profesionalizar la gestión sigue siendo aún la asignatura pendiente para muchas de las empresas familiares en España
Los procesos de selección son absolutamente críticos en las pymes. El impacto en la cuenta de resultados de un fichaje equivocado es menor en una compañía con miles de empleados que las consecuencias de la mala elección del director de sistemas en una empresa pequeña, apostilla la consultora.
La falta de profesionalización en la gestión o la focalización de ésta en temas exclusivamente comerciales pueden ser las causas de que cada año desaparezcan en España más de 300.000 pequeñas compañías.
No ser competitivo en retribución puede limitar la contratación de los mejores profesionales del mercado, aunque, a no ser que la compañía atraiga por el 'nombre', el primer reclamo tendrá que ser la retribución.
Puestos a contratar, contratemos al mejor, se dirá el empresario, que conoce mejor que nadie los límites que tendrá su propuesta, pero no cómo ha de formularla. Desde Human Concept se recomienda la utilización del salario emocional como propuesta retributiva.
Como consecuencia de las fusiones y reestructuraciones producidas en muchos sectores, ahora es posible encontrar buenos y eficientes profesionales, arrojados al mercado laboral por el cambio de ciclo económico. Quizá estas circunstancias hayan favorecido cierto cambio de actitud según la consultora: 'Mejor disposición a aceptar propuestas donde la involucración en el negocio sea determinante y las posibilidades de realización personal, al tomar las riendas de una compañía seguramente más manejable y más pegada a la tierra que la que le desechó, pesen más que unos miles de euros más'.
Para facilitar la tarea a las pymes, Human Concept recomienda unas cuantas pautas a seguir: el tamaño no es excusa para gestionar mal; involucre al equipo en el logro de objetivos; la selección es crítica, no escatime, sea competitivo en remuneraciones, motive y retenga al personal clave, establezca objetivos, evalúe y recompense el buen desempeño, fomente la formación continua y, al decidir un despido, piense en la empresa; al negociarlo, en el empleado.