Starbucks compra el 1% de la producción mundial del café de calidad arábica
La cadena de cafeterías Starbucks, una de las mayores del mundo con 5.886 establecimientos en 30 países, ha decidido esquivar la crisis del café y mantener los precios que paga directamente a los productores: 1,20 dólares por libra de materia prima. Según Álvaro Cañete, consejero delegado de la filial española, la compañía no ha entrado en la dinámica de descenso de precios que se inició hace unos meses y que ha situado el mercado en los mismos niveles de hace 30 años. El precio del café en origen ronda ahora los 0,50 dólares, pero el grupo estadounidense prefiere evitar intermediarios, tratar directamente con los propietarios de plantaciones y pagar un poco más para garantizarse la máxima calidad.
'El descenso de precios en origen ha provocado que la mayoría de las plantaciones hayan reducido la calidad de la materia prima y hace que cada vez sea más difícil encontrar buena calidad. Por eso nosotros mantenemos el precio de compra por encima del mercado. Starbucks compra ya el 1% de la producción mundial de arábica la mejor calidad en café', comenta el responsable de la compañía en España.
A la bajada de precios ha contribuido también la entrada en el sector de nuevos productores, como Vietnam, que ha inundado los mercados internacionales con café de baja calidad, la clase robusta. También ha contribuido la extensión de plantaciones en algunas zonas de Latinoamérica donde hace unos años se pusieron en marcha planes que intentaban sustituir los cultivos de coca por el café.
Esta crisis ha afectado de forma especial a numerosos productores de América Latina que se están viendo empujados a la miseria al tener que vender la producción a precios que a veces no cubren ni los costes elementales.
Al mismo tiempo, la dificultad para encontrar materia prima de alta calidad ha hecho que los grandes compradores de café estén mezclando diferentes clases empeorando la calidad del producto final que llega a los consumidores. Para evitar que se puedan apreciar alteraciones en el sabor, se recurre a menudo a un mayor edulcoramiento.
Esta situación con pronunciadas caídas de precio en origen, que algunas ONG han calificado de 'catastrófica' para millones de familias latinoamericanas, no ha repercutido, en cambio, en la cantidad que paga el consumidor final. El precio tanto del producto en los supermercados como en las cafeterías se ha mantenido en casi todos los países, también en España, e incluso en algunos casos ha aumentado.
Los principales compradores mundiales de esta materia prima (la segunda en importancia después del petróleo) son las grandes multinacionales como Sara Lee (que en España comercializa la marca Saimaza), Nestlé (con Nescafé) y Kraft (con Saimaza).
Desde el sector se ha culpado a los intermediarios del problema que arrastran desde hace casi un año.
25 cafeterías en España para finales de 2003
Starbucks, que entró en España a comienzos de año tras sellar una alianza con el grupo Sigla (propietario de Vips), ya cuenta con ocho cafeterías, cinco en Madrid y tres en Barcelona. Este acelerado proceso de implantación en el mercado español conocerá el próximo año un nuevo empujón. Según Álvaro Cañete, consejero delegado de la compañía, a finales de 2003 contarán con 25 establecimientos y una plantilla de unas 500 personas. Actualmente trabajan en la empresa 230 empleados.El objetivo a medio plazo es alcanzar las 100 cafeterías en cinco años. En una segunda etapa de expansión, 'cuando la marca ya esté más asentada, es decir, para 2004', se empezarán a abrir pequeñas cafeterías y quioscos en lugares estratégicos como a la salida del metro, en centros comerciales o dentro de otros establecimientos como librerías. También se prevé la entrada en el mercado portugués en un plazo de tres años.