HP regresa al competitivo mercado chino de los PC, tras abandonarlo el pasado año
El año pasado, la multinacional estadounidense Hewlett-Packard (HP) decidió retirarse del mercado chino de ordenadores personales. Estaba perdiendo dinero. No era la primera empresa extranjera que se encontraba en esta situación en un país donde las expectativas de futuro obligan a muchos grupos a estar presentes y escribir con números rojos la actividad de sus filiales. Pero HP optó por una estrategia orientada a 'corto plazo'.
Los meses han desfilado y la nueva HP, resultado de la integración el pasado mayo de Compaq, ha visto cómo el mercado de PC crece a un fuerte ritmo en China, arrastrado por el avance meteórico de su economía. Y ha decido regresar. El segundo mayor fabricante del mundo volverá a comercializar ordenadores a mediados del año que viene. Su objetivo: lograr unas ventas de 100 millones de dólares en 2004. Según HP, las condiciones han cambiado, porque ahora existen minoristas de electrónica, lo que ha puesto fin al quebradero de cabeza que suponía distribuir a miles de pequeños comercios independientes.
La decisión se ha visto impulsada por la morosidad de la demanda en países como Estados Unidos, mientras que se prevé que China, con 13 millones de unidades, sustituya este año a Japón (10 millones) como segundo mercado mundial de ordenadores personales. HP considera el país 'el punto más activo del mundo para la industria de tecnologías de la información' y no quiere perder más terreno ante sus competidores.
Unos competidores que, si son extranjeros, se llaman Dell o IBM. Y si son locales, Legend, Founder y Tsinghua Tongfang. Estos son los reyes del sector, ya que entre los tres controlan el 50% del mercado. Y, entre ellos, Legend, el emperador. Tiene una cuota del 30% y del 13% en la región Asia-Pacífico, excluido Japón.
El año pasado se vendieron 3,9 millones de PC en China y, según IDC, se prevé que esta cifra suba a 5,5 millones en 2004, lo que significa un crecimiento del 41%. La compañía de investigación de mercado calcula que el incremento en todo el mundo en el mismo periodo será del 13%, respecto a los 38,8 millones de unidades de 2001.
Sin embargo, los 5,5 millones de ordenadores que comprarán la Administración, las empresas y la creciente clase media china supondrán una facturación de 3.600 millones de dólares, tan sólo un 6% más que el año pasado. Porque los precios son claves.
Y aquí entran los fabricantes locales, que no están dispuestos a ceder terreno. Dell, el primer fabricante del mundo, que tiene una cuota del 5% en China, ha decidido centrarse en el servicio y la calidad y dejar de lado la guerra de precios, que hunde los márgenes y en la que lleva las de perder frente a las empresas chinas, que, entre otras ventajas, cuentan con una extensa red de contactos en la industria y la Administración. HP seguirá una estrategia similar, ya que pretende responder a la demanda de ordenadores más caros y sofisticados. Aunque esta vez la compañía, que ha abandonado el mercado de PC en Japón este año por los altos costes, está dispuesta a darse tiempo para crecer.