Thierry Breton aplaca los rumores de nuevos despidos a la espera de su plan de viabilidad
El gigante de las telecomunicaciones France Télécom, con una plantilla de 122.000 empleados y unas cuentas monstruosas, debe reembolsar 15 millones en 2003. Para ello, necesita aumentar la liquidez y reducir costes mediante un plan de viabilidad, con un programa financiero sujeto al visto bueno de Bruselas, que hoy explicará Thierry Breton, elegido nuevo presidente el 2 de octubre pasado.
Se sabe, por las informaciones que han trascendido, que el eje de las medidas girará en torno a un préstamo del Estado de 9.000 millones y una reducción de inversiones y costes internos. El presidente de la compañía ha adelantado hoy que esto último no se traducirá por una nueva reducción de efectivos o una cesión de activos, adicional al recorte del 14% de la plantilla y al programa de jubilaciones y bajas voluntarias anunciado a finales del mes pasado.
Mientras, muchos dudan de su palabra. Por un lado, los analistas están convencidos de que, antes o después, no le quedará más remedio que reducir el peso salarial, y por otro, los sindicatos denuncian que Breton baraja 45.000 despidos hasta 2005 y recalcan que el presidente "ha querido tranquilizar" al personal pero no ha dado garantías sobre las cuestiones de peso. A las prejubilaciones, la supresión de empleos y al plan de bajas incentivadas, se teme el traslado de muchos de los casi 110.000 funcionarios de la plantilla hacia otras administraciones.
El plan de saneamiento incluirá una emisión de obligaciones de unos 5.000 millones a comienzos de 2003, seguida, en una fecha no determinada, por una ampliación de capital de otros 15.000 millones que permitiría reconstituir los fondos propios.