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Contabilidad Nacional

El deflactor del PIB sube al 4,2% y amenaza la competitividad

El deflactor del producto interior bruto (PIB) se situó en el tercer trimestre del año en el 4,2%, lo que sitúa la media de este ejercicio por encima del 4%. Este indicador mide el coste total del proceso productivo de la economía, ya que la inflación se limita a cuantificar el incremento de los costes que registran los productos y servicios de consumo.

De ahí que sea tan importante un crecimiento desmesurado del deflactor, ya que es el indicador que mejor mide la pérdida o ganancia de competitividad de una economía frente a los países de su entorno. Desde el primer trimestre de 2001 el deflactor sólo ha caído por debajo del 4% en el segundo trimestre de este ejercicio, al situarse en el 3,9% y llegó a su nivel más elevado en el segundo trimestre del pasado año, cuando alcanzó el 4,6%.

Un análisis pormenorizado por ramas de actividad revela cómo es la construcción el sector que posee un deflactor más elevado, con el 5,9%. Le sigue la rama de la industria y la energía, con un deflactor del 4,5%, y el subsector de los servicios de mercado, que alcanza el 4,3%.

Por su parte, y pese al descenso registrado en la remuneración de los asalariados, los costes laborales por unidad de producto (CLU) han experimentado una ligera aceleración de una décima hasta situarse en un incremento del 3,3%.

El principal motivo que ha provocado este leve repunte es la reducción protagonizada por el ritmo de avance de la productividad por ocupado.

En los dos últimos años, la tendencia que han marcado los costes laborales por unidad de producto ha sido bajista desde el 4,1% de nivel máximo que alcanzó en el segundo trimestre de 2001 hasta el 3,2% con que se cerraron los dos primeros trimestres de este ejercicio. Mantener esta variable en un entorno de crecimientos moderados ha sido tradicionalmente uno de los objetivos del Gobierno.

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