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Perspectivas

El alto precio del barril de petróleo se consolidará el próximo año

El movimiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) responde a la necesidad de corregir sus excesos. La debilidad actual de la demanda ha coincidido con un aumento generalizado de la oferta de petróleo, precipitando la caída de la cotización. El barril de brent, el de referencia en Europa, ha pasado así de 29 dólares a finales de septiembre a venderse ahora a 25 dólares.

La producción de la OPEP-10 (Irak está excluido, ya que sus exportaciones están controladas por la ONU) llega ya a 24,5 millones de barriles diarios, superando ampliamente el límite establecido por la propia organización de 21,7 millones de barriles. Esta gran distorsión entre la teoría y la realidad ha llevado al cartel a reconocer que 'si se mantienen los actuales niveles de producción, la situación generará una mayor presión a la baja del precio'.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la demanda mundial de crudo cerrará el año con un crecimiento de 200.000 barriles diarios respecto a 2001, hasta 77,7 millones de barriles diarios. Las estimaciones de la OPEP son que su producción total es unos 250.000 barriles diarios inferior a la de hace un año. Por contra, el suministro del resto de productores ha crecido 1.400.000 barriles por día, compensando sobradamente las restricciones del cartel.

La incertidumbre de Irak

La situación cambiará en 2003. La AIE proyecta un incremento del consumo de más de un millón de barriles al día. El Gobierno estadounidense anticipa un aumento de 1,3 millones de barriles, con la mitad del aumento procedente del propio EE UU. Más conservadora, la OPEP prevé una subida de 700.000 barriles. Sin embargo, una eventual guerra en Irak daría al traste con todas las estimaciones.

'Qué sucederá con el suministro físico de crudo y con el precio del petróleo si estalla la guerra es una incógnita', reconoce la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su último informe de perspectivas mundiales.

A modo de guía, la organización recuerda la última crisis del Golfo: 'A comienzos de 1990, la invasión iraquí de Kuwait hizo que el precio subiera hasta los 40 dólares por barril. El valor bajó hasta 30 dólares antes de la Operación Tormenta del Desierto (1991) y cayó a 20 dólares al final del ataque'.

La OCDE advierte de que, de producirse, la guerra tendría lugar en un 'ciclo de débil recuperación', en vez de en el 'tramo final de una era expansiva', como entonces. La asociación estima que un aumento sostenido de 10 dólares por barril elevaría la inflación de medio punto porcentual y una reducción temporal del PIB global de un cuarto de punto. El informe cifra en el 2,2% el crecimiento económico medio en 2003 para los 30 países de la organización, en lugar del 3% previsto en primavera. La importancia estratégica del golfo Pérsico se revela en sus cifras. La región atesora el 27% de la producción mundial de petróleo, el 66% de las reservas descubiertas y el 91% del excedente total de oferta, lo que significa que es prácticamente la única zona del mundo que podría reaccionar a una crisis de suministro en menos de un mes.

Los mismos actores

El telón de fondo en el mundo del petróleo es que los actores y el guión de la representación seguirán siendo los mismos en los próximos 20 años. La AIE estima que la demanda global de petróleo crecerá a un ritmo anual del 1,6%, hasta los 120 millones de barriles diarios en 2030. La expansión económica será el motor del aumento. La AIE calcula que el 60% de ese incremento 'será cubierto por los países OPEP, especialmente por los del Pérsico'.

EE UU será clave como consumidor. Según el informe de Previsiones 2003, publicado por el Departamento de Energía de EE UU, sus importaciones netas de petróleo pasarán del 55% de la demanda en 2001 al 68% en 2025. La dependencia no ha dejado de crecer en las últimas décadas. En 1980, las importaciones representaban el 37% del consumo; en 1990 el porcentaje alcanzaba el 42%.

La presión compradora estadounidense es uno de los grandes puntales del precio. EE UU estima que el valor medio mundial del barril será en 2025 de 26,5 dólares en términos constantes. Pese a sus propios deseos, Washington reconoce que la importancia de la OPEP irá creciendo con los años, hasta controlar el 50% de la oferta mundial.

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