CC OO estima que la reforma del IRPF es regresiva y no compensa la inflación
El gabinete técnico de Comisiones Obreras acaba de elaborar un informe sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2003 en el que incluye un análisis detallado de la reforma del IRPF que entró en vigor en 1999 y de la que está prevista para el próximo año, que completa a la anterior.
El informe compara la situación previa a 1999 (antes de las dos reformas) con el régimen fiscal a partir del próximo enero, una vez que entre en vigor la reforma que se está tramitando en las Cortes. Como novedad respecto a otros análisis, se han actualizado los distintos parámetros (tarifa, gastos deducibles y deducciones en cuota) según el IPC del tiempo transcurrido.
Las conclusiones a las que llega la central sindical son muy críticas respecto a las medidas incorporadas. En primer lugar, advierte que las dos rebajas de impuestos implican renunciar a 7.800 millones de euros anuales para desarrollar más políticas públicas, como un incremento de las inversiones adicional al previsto en los Presupuestos. La central recalca también que la incorporación de los gastos deducibles en la base imponible, y no en la cuota del impuesto, multiplica por tres los beneficios (2,7 veces) de los contribuyentes con rentas más altas (con el tipo de gravamen máximo, que será del 45% a partir de enero). Por otra parte, advierte que las mejoras propuestas para 2003 en los mínimos personales y en las deducciones por trabajo y por hijo a cargo no compensan la inflación acumulada en los últimos años.
Además, advierte que todos los contribuyentes con ingresos inferiores a los mínimos establecidos para declarar en el IRPF no reciben ninguna ayuda, aunque tengan los mismos problemas y menores ingresos para afrontarlos. Como ejemplo pone una unidad familiar en la que trabaje un solo cónyuge y con un hijo menor de tres años y un ascendiente mayor de 75 años, que debe disponer de al menos 13.550 euros de ingresos anuales para aprovechar las ventajas establecidas en el IRPF. 'Toda persona que no alcance esta cuantía renuncia a una parte de la ayuda fijada para su circunstancia familiar', comenta.
La rebaja media del impuesto para el próximo año, que el Gobierno cifra en el 11% de media, tiene una distribución muy desigual. Beneficia, sobre todo, a las rentas más bajas, pero también a las más altas, en porcentaje de cuota a pagar. En términos absolutos, son las rentas más altas las que consiguen los mayores beneficios. Pero son los contribuyentes con rentas medias y medias-altas los menos beneficiados con el nuevo sistema. Para un nivel de renta que oscila entre 35.000 y 45.000 euros anuales, la tributación en 2003 es prácticamente igual a la de 1998, descontada la inflación. Ello provoca que los contribuyentes con ingresos de trabajo superiores a 100.000 euros vayan a percibir rebajas superiores a las de los trabajadores con un salario considerado como medio por el Instituto Nacional del Estadística (20.000 euros), según el sindicato. Para los ingresos superiores a 600.000 euros el impacto de la rebaja llega a ser de 9,8 puntos, rebajando el tipo efectivo al en torno del 43%.
Por otra parte, CC OO estima que las decisiones de ahorro se seguirán tomando en 2003, en función de las ventajas fiscales de los respectivos activos financieros, más que por su rentabilidad.
Tributación de las plusvalías al 15% o acumulación de rentas con reducción
El informe critica el sistema de tributación aplicado desde 1996, que establece una base dual (rentas de trabajo y de capital), donde las plusvalías a más de un año disfrutan de un tipo único (será del 15% a partir de 2003), con independencia del volumen de las mismas y del resto de los ingresos del contribuyente. En opinión de los analistas, este método 'crea consecuencias regresivas en la distribución de la carga fiscal', cualquiera que sea el método de comparación utilizado.Los técnicos proponen varios sistemas 'más justos', entre ellos un modelo de acumulación de rentas en el que se aplique una disminución del 30% sobre la plusvalía percibida. Con el sistema dual, en el que se aplica un tipo único del 15%, aumentan los beneficios a medida que crecen los ingresos del declarante, hasta alcanzar un ahorro máximo del 16,5% a partir de 60.000 euros anuales. Es decir, una persona con rentas totales por ese valor se ahorraría 16,5 euros por cada 100 percibidos como plusvalía, respecto al sistema comentado de aplicar una reducción igual del 30% a todos los contribuyentes por este tipo de rentas del capital.