Bruselas revisa drásticamente a la baja el crecimiento previsto de la zona euro
La inminente recuperación que Bruselas pregonó hace sólo seis meses, ahora se calcula que no se producirá antes de finales de 2003. Y sólo si se cumplen variables como que el precio del barril del petróleo se estabilice en torno a 24 dólares, frente a los casi 29 dólares que ha llegado a alcanzar este año. Bruselas advierte que si el precio del petróleo se mantuviera 10 dólares por encima de su previsión, el crecimiento en 2003 sería un cuarto de punto menor y la inflación pasaría del 2% previsto a casi el 2,8%.
'La incertidumbre a lo largo de nuestro ejercicio de pronóstico sigue siendo elevada', señaló el comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, durante la presentación en Bruselas de las previsiones de otoño. 'Y los principales riesgos apuntan a la baja', añadió, antes de destacar las dos principales incógnitas que acechan en el horizonte.
'El primer riesgo es el relacionado con los precios del petróleo', aseguró el comisario. Y el segundo se encuentra agazapado en 'una depresión prolongada en los mercados de valores que podría tener efectos negativos en el consumo y la financiación de las empresas'.
Ante estos avatares, 'la UE parece particularmente vulnerable', según la Comisión, 'porque sigue presentando rigideces en los mercados de productos, trabajo y capitales, y ello le dificulta enfrentarse a la crisis'. Los aumentos de la productividad siguen siendo bajos, por lo que se está registrando un aumento de los costes laborales a pesar de la contención laboral.
La creación de empleo continuará a pesar de la ralentización, creándose un millón de puestos de trabajo entre 2002 y 2003.
Bruselas opina que 'la recuperación empezó prometedoramente en el primer trimestre de 2002', pero luego no se materializó. La Comisión atribuye la recaída a 'que el ciclo aún no está muerto' y a la caída de la actividad a nivel internacional. EE UU, en concreto, revisó a la baja, hasta el 2,3%, su previsión de estos factores. Sin embargo, ya eran evidentes cuando la Comisión presentó sus anteriores previsiones, en abril de este año, y a pesar de ello revisó al alza su pronóstico de crecimiento hasta el 1,4% este año y el 2,9% el que viene.
El error de cálculo parece esconderse en la sobrestimación del incremento del consumo privado, un factor al que Bruselas atribuyó entonces el 80% de la recuperación. Ahora estima que esa variable sólo crecerá un 0,6% este año, la mitad de lo que preveía hace seis meses.
Para España, las previsiones también presentan tintes negativos. Si bien seguirá creciendo por encima de la media comunitaria (el 1,9% este año y el 2,6% en 2003), la Comisión ha rebajado sus pronósticos respecto a primavera, en donde estimaba que España crecería el 2,1% en 2002 y el 3,1% en 2003. La inflación continúa descontrolada. A pesar del enfriamiento económico, Bruselas ha calculado que este año acabará en España en el 3,6%.
Para Alemania los pronósticos son aún peores, y no sólo por parte de la Comisión. El consejo de economistas que asesora al Gobierno de Berlín, conocido como el grupo de los cinco sabios, publicó ayer también su informe de otoño, en el que dibuja un negro panorama. Según el consejo, el PIB crecerá un 0,2% este año y un 1% en 2003, medio punto menos de lo que espera el Gobierno, siempre y cuando no se produzca un conflicto bélico con Irak que dispare los precios del petróleo. Al contrario de lo que ha sostenido el canciller Schröder, estos expertos consideran que la crisis económica alemana está provocada por problemas internos y adelantan que tendrá nefastas consecuencias.
Paralelamente, el Gobierno germano ha reconocido que sus ingresos fiscales se reducirán un total de 31.400 millones de euros en 2002 y 2003. Este descenso repercutirá en el ya abultado déficit público germano, por el que Alemania se enfrenta a sanciones de Bruselas.