La confianza de los consumidores en EE UU cae al mínimo en nueve años
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El índice de confianza de los consumidores elaborado por The Conference Board cayó de 93,7 puntos de septiembre a 79,4 puntos en octubre, lo que supone la mayor caída mensual (14,3 puntos) desde septiembre de 2001 cuando tuvieron lugar los atentados contra EE UU. El índice se sitúa, así, en el nivel más bajo desde noviembre de 1993 (71,9), cuando la confianza estaba en proceso de recuperación tras la recesión de 1990 y 1991.
La debilidad del mercado laboral y las perspectivas de una caída de los ingresos de los hogares en los próximos meses han provocado un descenso del índice en los últimos cinco meses y refleja un descenso de la valoración de los consumidores sobre las condiciones presentes de la economía y sus expectativas para los próximos seis meses.
'Un débil mercado laboral, la amenaza de acción militar contra Irak y una prolongada caída en los mercados financieros han dañado sustancialmente tanto la confianza de los consumidores como las expectativas para el futuro próximo', aseguraba Lynn Franco, directora de análisis del Conference Board.
El mercado laboral es la principal fuente de preocupación. Un 27,3% de los consumidores cree que es difícil encontrar un empleo, el porcentaje más alto desde noviembre de 1994. Y el porcentaje de consumidores que prevé un descenso en sus ingresos en los próximos meses subió al 11,4%, el mayor desde octubre de 1993.
La pérdida de confianza amenaza con afectar el gasto de los consumidores, que representa dos tercios del PIB de EE UU, en un momento en que la inversión empresarial hace poco para sostener el crecimiento.
'Las perspectivas para la campaña de ventas navideñas son ahora francamente débiles. Sin la prevista recuperación del gasto de los consumidores, una ya débil reanimación económica se puede desacelerar aún más', afirma.
Rebaja de tipos
Para los analistas, el dato de ayer, junto a otras señales de debilidad de la economía llevarán a la Reserva Federal a aprobar una nueva rebaja de los tipos de interés, actualmente en el 1,75%. El consejo de gobernadores de la entidad se reúne la próxima semana y algunos expertos apuntan que la rebaja podría producirse como pronto en esa fecha.
'La economía va a estar mucho más débil. Esto la caída de la confianza de los consumidores cierra el caso para una rebaja de tipos', aseguraba Ram Bhagavatual, economista del Royal Bank of Scotland en Nueva York.
Y es que el temor a la doble contracción de la economía, la denominada recesión en W, vuelve a aparecer en el horizonte de muchos analistas. Y más cuando el consumo, único motor de la recuperación, aparece amenazado por la crisis de confianza.
Es la tesis que sostiene el departamento de consumo de la Universidad de Michigan. A su juicio, la economía puede volver a caer en recesión si los consumidores no empiezan pronto a sentirse más optimistas.
'A menos que la desaceleración se frene con rapidez, la pérdida acumulada en la confianza de los consumidores puede llevar a la economía de vuelta a la recesión', asegura el director del departamento, Richard Curtin.
La clave, sin duda, pasa por el comportamiento de los consumidores en la próxima temporada de ventas, que coincide con la celebración del Día de Acción de Gracias (noviembre) y las navidades (diciembre).
Muchas tiendas tienen en esta campaña su principal fuente de ingresos, pero los consumidores parecen limitar su gasto a las gangas.
Incluso la industria automovilística, que con los planes de financiación cero había mantenido un fuerte ritmo de ventas, empieza a percibir la clara desaceleración de la demanda. La Administración publica mañana la primera estimación del PIB del tercer trimestre.
Elecciones
La situación de la economía se ha tornado tan delicada que la economía ha pasado a ser el área decisiva de cara a las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo día 5.
Según una encuesta de Time/CNN publicada el pasado sábado, el 41% de los electores consideran que la economía es el punto más importante para decidir su voto en estas elecciones. El 53% de los encuestados consideran que el estado actual de la economía es pobre o muy pobre, el mayor porcentaje desde diciembre de 1993. El 44% de los encuestados consideran que el Partido Demócrata dirigiría mejor la economía, frente a un 39% de los electores que consideran que los republicanos lo hacen mejor.