Quintás considera la reforma de cajas 'un ajuste fino' que recoge la opinión del sector
La ley no es perfecta para nadie, pero lo más importante es que se han visto recogidas las opiniones del sector'. Juan Ramón Quintás expresaba ayer así por primera vez la opinión oficial de la CECA respecto a la reforma de las cajas contenida en la Ley Financiera, aprobada el jueves por el Senado.
Quintás, quien acudió ayer a Francfort para inaugurar la nueva sede de oficina de representación de esta asociación, aseguró que el texto recoge 'las principales peticiones del sector' y no supone un 'cambio dramático' con respecto a los textos legales anteriores. 'Es más bien un ajuste fino. No es más, pero tampoco menos'.
Así, el director y presidente de la CECA destacó que se ha logrado el 'fortalecimiento del carácter de fundaciones privadas' con el límite del 50% de representación de instituciones públicas, la irrevocabilidad en los nombramientos de los consejeros y la limitación a un máximo de tres mandatos de su permanencia en los consejos. Estas tres medidas permitirán, a juicio de Quintás, 'mantener su estrecha vinculación con los organismos públicos sin caer en la subordinación'.
Cuotas participativas
Quintás destacó también como un avance considerable para el sector la regulación de las cuotas participativas, un instrumento similar a las acciones, pero que no otorga derechos políticos. El director general de la CECA lamentó la falta de acuerdo entre PP y PSOE, aunque reconoció que como resultado de las negociaciones 'se ha logrado que las cuotas no supongan los riesgos que se preveían', en referencia al temor de que tal y como estaban concebidas en principio abrieran el camino a la privatización.
El directivo destacó, además, la importancia de que se haya aprobado un texto legal para todas las comunidades autónomas. 'Habría sido peligroso que cada comunidad autónoma hubiese hecho una ley por su cuenta', aseguró.
En su opinión, la Ley Financiera favorecerá que se aumenten las vías de cooperación entre entidades, lo que hará 'más fáciles' las fusiones entre cajas de ahorros'. Reconoció, no obstante, que operaciones de este calibre 'siguen siendo difíciles'. 'Cabe esperar que la racionalidad de los políticos les lleve a convencerse de la bondad de un proceso de estas características', aseguró.
Quintás eludió pronunciarse sobre el pacto alcanzado entre PP y CiU que posibilitará a las comunidades autónomas que legislen en contra, si lo desean, de la limitación a 70 años en la edad de los consejeros que incorpora la ley estatal. En cuanto al negocio, el responsable de la CECA avanzó que el sector recuperará al cierre del tercer trimestre el crecimiento interanual de beneficio que perdió en junio pasado, cuando las 46 entidades ganaron casi un 6% menos.
Las cajas ganaron en los ocho primeros meses dos puntos de cuota de mercado en recursos ajenos, hasta 47,05% del total; y 1,75% en inversión crediticia, donde cuentan con el 45,5% del mercado.
Las Bolsas condicionan los resultados
Las cajas dieron en los nueve primeros meses síntomas de desaceleración del negocio y deterioro de la rentabilidad en comparación con los trimestres anteriores, muy condicionadas por la mala evolución de los mercados bursátiles. Ayer presentaron resultados tres de las medianas, Caixa Galicia, Ibercaja y Caja Duero. La caja gallega obtuvo un beneficio de 139,62 millones de euros, un 5,66% más, lo que supone una desaceleración con la tasa de crecimiento del beneficio hasta septiembre. La entidad logró mejorar todos los márgenes, aunque estos moderan su crecimiento. Igualmente se ralentiza el aumento del negocio, con un crecimiento de los créditos del 10,01%. La caja gallega mantiene un férreo control de costes, pese a la apertura de 31 nuevas oficinas desde septiembre de 2001, y consiguió mejorar la productividad por empleado y la eficiencia, de manera que los gastos de explotación ya sólo absorben el 52,23% de los ingresos generados por la entidad. Como consecuencia del mal momento de las Bolsas, los ingresos que más sufren son los procedentes de operaciones financieras, que descienden un 35,89%. En todo caso, la cartera de valores de la entidad presenta unas plusvalías de 96 millones de euros. En cuanto a Ibercaja, obtuvo un beneficio después de impuestos mucho más modesto, con un crecimiento del 1,2%, muy influido por las cuantiosas dotaciones realizadas para el fondo estadístico de insolvencias. El negocio, sin embargo, mantuvo su dinamismo, con un aumento del crédito del 17,16%, impulsado, sobre todo, por el destinado a adquisición de vivienda. Caja Duero arrojó un beneficio de 55 millones de euros, un 4,09% más, pese a la decisión de dotar nuevos fondos para mejorar la solvencia de la entidad. El crédito creció un 12,24%.