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Datos

Las pérdidas del Hypovereins y las malas perspectivas hunden a la banca en Bolsa

El sector bancario europeo afrontó ayer una de sus peores jornadas en Bolsa por las incertidumbres de los inversores sobre el futuro de las entidades a medio plazo. Las previsiones de los analistas, que llevan una semana apostando por malos resultados de los tres grandes bancos de Alemania, se quedaron cortas.

Hypovereinsbank, el segundo banco alemán, perdió 345 millones de euros en el tercer trimestre, frente a los beneficios de 62 millones de eu-ros registrados en el mismo periodo del 2001. Estos núme-ros rojos son el doble de lo esperado por los analistas. Dieter Rampl, nuevo presidente del banco alemán a partir del próximo año en sustitución de Albrecht Schmidt, se enfrenta a la difícil tarea de sa-car la entidad de pérdidas en uno de los peores momentos.

El directivo se ocupaba hasta ahora de la banca mayorista. Rampl tomará las riendas del segundo banco de Alemania en un momento duro por los efectos de la crisis económica, especialmente sobre su enorme cartera crediticia ­es la primera entidad de Europa en volumen de créditos­. Por ello, el banco ha tenido que doblar su provisión para insolvencias hasta 1.232 millones, ante la ola de quiebras empresariales producida por la crisis.

Rampl, un directivo de gran prestigio, anunció una profunda reorganización de la entidad y señaló que el banco ¢tiene que consolidarse¢, aunque no facilitó datos concretos. La entidad se desprenderá de aquellas actividades ¢que no estén en consonancia con el negocio básico¢ e intensificará las medidas de ahorro, lo que hace suponer más despidos. La entidad financiera está eliminando 9.100 empleos, lo que supone un 13% de la plantilla total.

Las pérdidas del Hypovereinsbank, que cedió en Bolsa un 14,5%, lastraron también la cotización de sus dos rivales, Deutsche Bank y Commerzbank, que tuvieron que soportar abultadas pérdidas. Los inversores prevén, al igual que sucedía con Hypovereinsbank, que predomine el color rojo en los balances y cuentas de estas dos entidades, sobre todo en el Commerz.

Los malos augurios en torno a la banca no son exclusivos de Alemania. Todas las grandes entidades europeas han sufrido severos frenazos en sus beneficios (cuando no pérdidas), provocados, sobre todo, por el mal momento de los mercados financieros.

En la última década, buena parte de la banca varió su estrategia comercial hacia la Bolsa durante, aprovechando los años buenos de la renta variable, lo que ha hecho que en momentos bajos como el actual, acompañados además de una crisis en la economía real, se hayan desplomado los ingresos por comisiones, se diluyan buena parte de las reservas, mengüen las plusvalías y se multipliquen las dotaciones para posibles insolvencias.

Un ejemplo es Credit Suisse, que se dejó un 8,1% después de ir perdiendo más de un 13% a mitad de sesión. Los inversores ven demasiado vulnerable al segundo banco de Suiza, después de que su filial aseguradora Winterthur siga en problemas por las provisiones para insolvencias.

La peor caída del día, sin embargo, la sufrió el Banco Comercial Português (BCP), aliado del Banco Sabadell, que se dejó casi un 16% después de que se conociese la noticia de que el socio del Banco de Sabadell en Portugal va a vender títulos propios por 500 millones para reforzar su base de capital. Los mercados han penalizado, además, el hecho de que el banco descartara hace escasas semanas una operación como la que anunció ayer.

A la entidad lusa, al igual que sucede con Credit Suisse, le han ido mal en los últimos trimestres sus negocios en seguros, lo que le ha llevado a librarse de la alianza que mantenía con la aseguradora holandesa Eureko, que le ha restado 500 millones de capital.

SCH y BBVA también sufrieron pérdidas de consideración, sobre todo en el caso del SCH, que acusa la rebaja de rating de Fitch y las dudas que planean sobre Brasil.

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