Bush propone una ley para facilitar la venta de fármacos genéricos
El coste electoral de los viajes que organizan las asociaciones de la tercera edad a Canadá o México para comprar medicinas ha forzado al presidente de EE UU, George Bush, a proponer una serie de normas para rebajar la cuenta de las recetas médicas garantizando un acceso más rápido al mercado de los fármacos genéricos (equivalentes a los originales cuya patente ha expirado).
La ley que quiere poner en marcha Bush, pero que aún no ha sido totalmente redactada, obligará a las empresas farmacéuticas a dar mas detalles sobre sus patentes y, lo más importante, limita su derecho legal de protección una vez que la patente vence. Según esta nueva disposición, las empresas de medicinas con marca que entren en litigio con las de genéricos sobre un determinado fármaco podrán disponer de 30 meses de protección, que es lo que marca la actual ley, pero no más de ese periodo. Actualmente, esos 30 meses son renovables, por lo que las copias de los fármacos se pueden bloquear durante años. Las acciones de farmacéuticas como Pfizer o Merck registraban caídas en Bolsa.
La FDA (la autoridad farmacéutica de EE UU) presentará a finales de semana esta ley, que, según el Ejecutivo, podrá ahorrar a los consumidores unos 3.500 millones de dólares (similar cifra en euros) al año.
La propuesta de Bush, a algo más de dos semanas de las elecciones, se produce después de que el Senado aprobara una ley algo más dura, pero que no ha sido ratificada por la presidencia.