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Bolsa

Estrategias para la recta final del año

La caída de las Bolsas ofrece valoraciones muy atractivas. Pero los analistas recomiendan prudencia a la espera de un escenario económico más claro

Las firmas de inversión han comenzado a publicar sus informes de estrategia de cara a la recta final del año. La gran mayoría coincide en que los precios de la renta variable resultan sumamente atractivos. Los castigos sufridos en los dos últimos años han provocado un abaratamiento relativo de las acciones frente a la renta fija difícil de recordar. Sin embargo, pocos son los que se atreven a recomendar una apuesta contundente por la renta variable en las carteras a corto plazo. Los mercados se encuentran en el fondo del ciclo bajista, pero los expertos prefieren esperar a que den muestras inequívocas de recuperación para volver a entrar, antes de quedarse pillados de nuevo en terreno negativo.

Las dudas se centran ahora en la duración de la fase bajista y no en el precio de las acciones. Los expertos no esperan que el rebote consistente de los mercados se produzca en los próximos meses porque quedan muchas incertidumbres por despejar: las economías de EE UU y Europa siguen sin dar señales claras de mejoría -el consenso del mercado pospone cualquier recuperación hasta la segunda mitad de 2003-, los riesgos de rebajas en las previsiones de resultados empresariales siguen muy presentes y la amenaza de una guerra en Irak impide que el precio del petróleo se relaje.

Renta variable

La cartera global de Banif para el cuarto trimestre de 2002 sigue caracterizándose por la cautela, con un peso importante del mercado monetario (23%), 'donde nos refugiamos a la espera de tiempos mejores, o mejor dicho, más claros'. Aunque la división de banca privada del SCH retrasa cualquier sobreponderación clara del mercado de acciones hasta que no exista un escenario macroeconómico y geopolítico definido, sí que mueven la composición de sus carteras de renta variable para afrontar con garantías los últimos meses del año. 'Hemos decidido ir reduciendo progresivamente el número de valores que las componen y concentrarnos en aquellas apuestas más selectivas y con un mayor potencial en el medio plazo', según Ana Rivero, directora de análisis de Banif. Telecomunicaciones, servicios públicos y petróleo son los sectores favoritos de esta firma a corto plazo.

Respecto a la Bolsa española, Banif contempla dos posibles escenarios de cara al final del año. En caso de mantenerse la actual incertidumbre por la debilidad económica, la tensión bélica y la inestabilidad en Brasil, los expertos de Banif esperan que el Ibex acabe el año entre los 5.300 puntos ('donde el selectivo tiene un suelo consistente') y los 5.500 puntos. El otro escenario contempla la posibilidad de una rebaja de los tipos de interés en un cuarto de punto en EE UU y en el área euro, lo que situaría al Ibex entre los 6.200 y 6.500 enteros.

Las dos únicas apuestas de Banif dentro del sector TMT en su cartera de renta variable española para el cuarto trimestre son Telefónica e Indra, ya que son los valores del sector que presentan los fundamentales más sólidos. Además, esta firma potencia el carácter defensivo del Banco Popular y reduce el peso de los dos grandes bancos recogiendo el menor peso de éstos en el Ibex. Banif también da entrada a Enagás por su alto potencial de revalorización. En el sector de la construcción sustituyen a Ferrovial por FCC por el elevado descuento con el que esta compañía cotiza respecto al sector. También aumentan el peso de Arcelor y Acerinox por el mejor entorno de los precios del acero.

Al igual que Banif, los analistas de Bankinter siguen recomendando una posición prudente en renta variable. 'Las Bolsas pueden estar cerca de tocar fondo pero, dejando de lado rebotes puntuales, la tendencia de los próximos meses será más bien plana, a la espera de noticias económicas y empresariales que sean más concluyentes', explican desde esta firma. Bankinter concentra las recomendaciones de su cartera europea en bancos tradicionales, con limitada exposición a los mercados de capitales, en petroleras y en algunos valores industriales y de consumo, aunque con un sesgo menos cíclico del propuesto en trimestres precedentes.

Entre los informes de estrategia publicados recientemente, el de Abante es quizás de los más optimistas. Esta firma ha decidido cambiar la posición neutral de sus carteras, sobreponderando el peso de la renta variable en un 5%. 'Si bien el mal de fondo continúa, creemos que es momento de situar las carteras en una posición que reduzca el riesgo de estar fuera del mercado cuando se produzcan las subidas más importantes', señalan desde Abante.

Renta fija

El mercado de deuda está sirviendo como refugio para los inversores que huyen despavoridos de los batacazos de los mercados de renta variable. Mientras que los expertos coinciden en lo baratas que están las acciones, el consenso desaparece cuando se habla de si conviene seguir apostando por la renta fija. Banif cree que la deuda ya no puede ofrecer mucho más recorrido alcista aunque se den nuevos recortes en los tipos de interés. 'No queremos asumir más riesgo en un activo ya sobrecomprado en el actual escenario económico. Si hay rebajas de tipos a corto plazo los mercados empezarán a descontar las primeras subidas en la deuda a largo plazo', señala Ana Rivero.

Para Banif, cuanto más suba la deuda y por lo tanto sean menores sus tipos de interés, más disminuirá la opción de inversión alternativa a largo plazo frente a la Bolsa. 'En tipos reales, invertir ahora en un bono a 10 años español supone una rentabilidad anual del 0,9%, aproximadamente tipos al 4,5% e inflación al 3,6%. Asumir esto como la mejor opción de rentabilidad a un año es situarse en un escenario muy negativo. Claro que esto no quiere decir que no veamos la Bolsa por debajo de los niveles actuales', explican.

Bankinter por su parte, dentro del riesgo que supone comprar en niveles cercanos a máximos, ve aún margen de apreciación en el precio de los bonos europeos, ya que el Banco Central Europeo tiene más margen que la Reserva Federal para bajar los tipos de interés. Por lo tanto, recomiendan reducir posiciones en los bonos americanos y comprar bonos europeos.

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