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Cataluña

Puigneró propone abonar sólo el 30% de la deuda a sus acreedores

Puigneró espera levantar antes de finalizar este año la suspensión de pagos que presentó en diciembre de 2000, con un pasivo global de 102,17 millones de euros. Fue la mayor insolvencia del sector textil, que afectó a una plantilla de 1.800 empleados. En los últimos dos años, la compañía ha conseguido aplazar la deuda con Hacienda y Seguridad Social, y ahora ha propuesto las condiciones para que los acreedores ordinarios se adhieran al convenio definitivo para levantar la insolvencia.

El pliego de condiciones estipula una quita del 70% sobre una deuda de 15,03 millones, a pagar en 12 años, con el primero de carencia. El director general de la compañía, Pere Puntí, afirmó que la empresa espera firmar el convenio a finales de este mes, con el 75% de adhesiones. Puntí añadió que 'para nosotros es muy importante mantener la mejor relación posible con nuestros proveedores, para que sigan trabajando con nosotros'.

Paralelamente a estas negociaciones, la compañía ha preparado un plan industrial consistente en segregar la empresa en dos sociedades. Para conseguirlo, ha alcanzado un principio de acuerdo con el productor chino Binzhou Printing & Dying (BPD), que podría tomar un 20% del capital de Puigneró, una vez superada la insolvencia. Puigneró y el socio chino concentrarán su actividad en el área de acabados textiles, mientras que segregará la actividad de tejeduría en la sociedad independiente HSD.

Puigneró y BPD han firmado un protocolo que contempla tres fases. En la primera, la compañía china suministrará producto a la empresa catalana, que realizará los acabados en Cataluña. Más tarde, BPD tomará una participación en Puigneró y en una tercera fase, ambos socios formarán una empresa mixta que prevé entrar en el mercado norteamericano.

Parte del plan de reestructuración de Puigneró pasa por vender las naves y activos de la factoría de Roda de Ter (Barcelona), valorados en 42,07 millones.

Lanza la marca Amazonia para crecer en márgenes

El negocio de tejeduría de la nueva compañía HSD pretende aumentar su implantación en grandes superficies y detallistas. Para conseguirlo, lanzará la marca Amazonia, que estará formada por colecciones de ropa para el hogar. Pere Puntí destacó que la producción con marca propia permitirá aumentar los márgenes de la compañía y su valor añadido. 'Queremos invertir el actual reparto de la producción, que sólo se basa en un 20% en las gamas propias', afirmó Puntí. El resto son contratos para terceros, 'que lógicamente tienen una rentabilidad menor', añadió.Sin embargo, el director general de la firma catalana reconoció las dificultades de conseguir este plan a corto plazo, teniendo en cuenta la creciente debilidad de la demanda y la persistencia de las importaciones a bajo precio. HSD no incorporará ningún socio, a diferencia de la actividad de acabados. Con el cierre de la planta de Roda de Ter, la empresa ha concentrado la producción en los dos centros barceloneses de Sant Bartomeu del Grau y Prats de Lluçanès. Además, ha disminuido la actividad de hilatura, la más intensiva en mano de obra, que estaba sobredimensionada. Por el momento, Puigneró ha conseguido mantener su actividad industrial, a diferencia de otras dos empresas históricas del sector, Hilaturas Burés y Mitasa, que se debaten entre la venta de fábricas y el cierre definitivo. Se trata de compañías lastradas por un fuerte endeudamiento. En cambio, las pymes del sector mantienen su negocio.

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