Las razones del Gobierno para dar marcha atrás
El Gobierno se sacó de la manga hace una semana un as inesperado. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, primero, y el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, después, anunciaron la disposición del Ejecutivo a introducir cambios importantes en el decretazo de la reforma del desempleo a través de enmiendas durante la tramitación parlamentaria de la ley. Estos cambios reflejados en enmiendas pactadas con CiU que se concretarán hoy rectifican, aunque sea en parte, los puntos más polémicos que provocaron la convocatoria de una huelga general. Por ello, CC OO y UGT han recibido alborozados la noticia.
Lo que no ha explicado nadie del Ejecutivo hasta ahora es el porqué de esta decisión, salvo un escueto 'hemos movido ficha porque creemos que es lo más oportuno y lo más conveniente' de Zaplana. Por ello, se han disparado los rumores acerca de los motivos que han llevado al Ejecutivo a dar marcha atrás.
Fuentes sindicales barajan varias causas. En primer lugar, las encuestas que maneja el PP y que indicarían que la huelga general y las protestas contra el decretazo han calado en un amplio sector de la población, lo que perjudicaría al partido y al Ejecutivo de cara a las próximas elecciones autonómicas y generales. A esto, los sindicatos añaden la certeza del Gobierno de que el momento económico empeorará en 2003 y no le interesa tener de frente a los sindicatos en las empresas y la ineficacia del Inem a la hora de aplicar la reforma.
Y no falta quién liga, como el PSOE, esta decisión del Gobierno a la carrera sucesoria de Rodrigo Rato. Según fuentes consultadas, el vicepresidente económico del Gobierno estaría tratando de ganarse apoyos, el de Zaplana en este caso, quien saldrá como artífice de la recomposición del más que quebrado diálogo social y será recompensado por ello, si finalmente Rato fuera el sucesor.