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Ficción

La realidad virtual se hace rentable

Asociada con la ciencia ficción, la realidad virtual se revela como una herramienta útil que ayuda a ahorrar costes de producción

En la agitada década de los noventa se hablaba de la realidad virtual como de la tecnología del futuro y se hicieron todo tipo de locas cábalas a su alrededor. Pero el potencial de esta tecnología, capaz de crear mundos simulados en tres dimensiones generados por ordenador en tiempo real, no ha empezado a ser tangible hasta ahora. Las razones, las máquinas cuentan en este momento con la potencia necesaria para soportar aplicaciones más rápidas y seductoras y los equipos son más baratos. 'La realidad virtual se adelantó a su tiempo y se lanzó antes de que el mercado y los ordenadores estuvieran preparados', señala Matt Davis, director de la firma Maelstrom. Pero las cosas están cambiando y en el último año los proyectos relacionados con esta herramienta se han multiplicado, con el respaldo de gigantes como DaimlerChrysler, IBM, General Motors, entre otras empresas de los más diversos sectores.

El gurú tecnológico Jaron Lanier fue el primero en acuñar la denominación de realidad virtual en 1989, pero el concepto, pese a sus connotaciones futuristas, es bastante viejo. Uno de los primeros intentos fue Sensorama, una máquina de juegos inventada por el director de cine de Hollywood Morton Heiling en 1956. Los usuarios de Sensorama podían hacer un recorrido virtual en motocicleta por las calles de Manhattan, con sonidos y efectos visuales, asiento y manillar vibrantes y auténticos olores de la ciudad. Heiling ideó incluso una versión simplificada de la máquina para sacarla al mercado, pero no encontró apoyo financiero.

Mucho ha llovido desde entonces y la entrada en escena de los ordenadores y la inteligencia artificial abrieron la posibilidad de crear infinitos mundos virtuales. Pero el fiasco comercial en que se convirtió la realidad virtual en la pasada década todavía hace que muchas firmas eviten este término y prefieran decir que trabajan en visualización, simulación o sistemas replicados.

Las compañías farmacéuticas pueden mostrar cómo actúan los medicamentos en el cuerpo humano gracias a la realidad virtual

Se llame como se llame, 'el interés por la realidad virtual por parte de una creciente variedad de sectores es evidente', señala Paul Batt Rawden, director de la firma noruega Infinity Innovations. 'Las compañías farmacéuticas la utilizan para simular cómo actúa un nuevo medicamento en el interior del cuerpo humano; las constructoras, para mostrar proyectos futuros antes de levantar los cimientos de los edificios. Organismos como la NASA y la industria aerospacial y militar llevan años sacándole partido.

Pero el sector que más entusiasmo está demostrando últimamente por la realidad virtual es el de la automoción. El fabricante DaimlerChrysler figura en la vanguardia en este sentido y hace un par de años abrió su Centro de Realidad Virtual en la localidad alemana de Sindelfingen con una inversión inicial de 10 millones de euros. Por el día el centro se destina a visualizar aplicaciones y por la noche la potencia del supercomputador es utilizada para simular accidentes de coche, que requiere enormes cantidades de procesos, y a estudiar las variaciones para hacer los vehículos más seguros, explica su director, Thomas Jäger.

El centro posee su propia cueva virtual (Cave Automatic Virtual Environment), con la forma de un cubo de 2,5 x 2,5 metros, que es particularmente útil en aplicaciones ergonómicas, según Jäger. 'Podemos hacer variantes virtuales sin tener que construir un modelo físico, lo que ha reducido significativamente el número de prototipos que necesitamos crear. Esto acelera enormemente el proceso de diseño. Un interior de coche, que antes se tardaba dos meses en hacer, puede ahora ser completado en la cueva en un día'.

Jäger señala que los problemas de diseño se resuelven de forma más rápida y eficaz con equipos de ingenieros equipados con guantes de datos que pueden mover los componentes virtuales y comprobar que cada parte está colocada de forma que permita un fácil acceso para su instalación y mantenimiento. La firma está ahora pensando en expandir su Centro de Realidad Virtual. 'Hace 10 años se tardaban 72 meses en crear un nuevo automóvil, pero ahora, con esta tecnología, este tiempo se ha reducido a la mitad'.

Otros gigantes del automóvil como General Motors y Ford están utilizando laboratorios de conducción virtual para estudiar los diferentes comportamientos de los conductores y cómo el uso de teléfonos móviles y ordenadores de mano en el interior del coche provocan cada vez más accidentes.

IBM, por su parte, ha finalizado un proyecto para recrear virtualmente la ciudad alemana de Weissenholf tal y como era en 1927, año de su inauguración. En el diseño y construcción de Weissenholf, de la que sólo se conservan 11 casas, participaron 17 arquitectos europeos entre los que se encontraban Le Corbusier, Mies van der Rohe y Walter Gropius. IBM ha utilizado el software de diseño CATIA 3D, capaz de ofrecer una visión del interior de las casas y habitaciones y una vista general de la ciudad. Se trata de un proyecto de arquitectura histórica, susceptible de emplearse también para recrear ciudades de antiguas civilizaciones, señala la firma. Y es que los mundos simulados de la realidad virtual son ilimitados.

La cirugía robótica del futuro

Las aplicaciones de la realidad virtual en el campo de la medicina todavía tienen mucho terreno por explorar. Thenkurussi Kesavadas, un profesor de ingeniería mecánica y aerospacial de la Universidad de Nueva York en Buffalo, está desarrollando una herramienta diseñada específicamente para que los neurocirujanos practiquen delicadas maniobras en operaciones de cerebro simuladas. El sistema, que funciona en ordenadores basados en Windows, permite a los médicos ver en imágenes tridimensionales cómo será de forma bastante aproximada una intervención quirúrgica.El sistema hace posible que los neurocirujanos equipados con un guante dotado de sensores conectado al software de Kesavadas reciban información táctil que simula lo que sus dedos y manos experimentarían en el quirófano. 'Cuando los cirujanos cortan el cráneo virtualmente pueden sentir la herramienta vibrar en sus manos y la suavidad o rugosidad de las superficies y exclaman ¡esto es real!', señala Kesavadas, que está desarrollando el simulador de cirugía cerebral, que podría entrar en servicio el próximo año, en colaboración con neurocirujanos en la Universidad de Miami. Este científico es un visionario en un campo médico que aún no tiene un nombre específico y que combina la telemedicina, la cirugía robótica y las imágenes tridimensionales del cuerpo humano. Estas tecnologías, combinadas con potentes ordenadores e Internet, alterarán radicalmente muchas de las facetas de la medicina tal como la concebimos actualmente, opina Kesavadas.

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