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Petróleo

Los miembros de la OPEP convencen a Arabia Saudí para mantener las cuotas

Los halcones de la OPEP se mostraron ayer seguros de haber ganado la batalla. Los ministros de Energía de Arabia Saudí, Argelia, Kuwait y Qatar mantuvieron ayer una reunión informal cuyo objetivo era convencer a los escépticos saudíes de la necesidad de mantener las restricciones a la producción para apuntalar así los precios, ante las previsiones de una demanda débil. Al término del encuentro, el ministro kuwaití, Ahmed Al-Sabah, afirmó con satisfacción que la organización decidirá en su reunión de hoy 'continuar con la misma producción que hasta ahora'.

Venezuela y Emiratos Árabes Unidos también son partidarios de mantener la producción, ya que consideran que el 'mercado está sobreabastecido'. La delegación de Indonesia señaló por su parte que no es la actuación de la OPEP, sino la complicada situación en Oriente Próximo y la expectativa de una guerra en Irak lo que crea tensión en los precios.

El barril de brent, el indicador europeo, cotizaba ayer cerca de los 28,4 dólares, mientras que a comienzos de año su precio era de 21 dólares. Libia también se ha pronunciado a favor de mantener las restricciones. Por su parte, Argelia y Nigeria solicitarán un incremento de sus cuotas particulares, sin que ello afecte al volumen total del grupo, que representa cerca del 40% de la producción mundial.

Irán era ayer el único miembro del cartel que no se había pronunciado. Los propios socios de la organización reconocen que la producción real del grupo supera dos millones de barriles la cuota oficial de 21,7 millones. Por eso, Arabia Saudí proponía aprobar un aumento y evitar que la sobreproducción se descontrole y la credibilidad del cartel quede en entredicho.

La oferta de Irak

La situación en Irak es el gran tema político de la reunión que los ministros del cartel sostendrán hoy en Osaka. Irak es socio fundador de la organización, pero está excluido del sistema de cuotas porque su producción está administrada por la ONU. El régimen de Sadam Husein se está moviendo rápido ante la determinación de EE UU de derrocarle. Primero fue la autorización al regreso incondicional de los inspectores de armas de Naciones Unidas. Ahora, el Gobierno iraquí ha ofrecido suculentos contratos de suministro a las petroleras españolas Cepsa y Repsol-YPF, la italiana Agip y la francesa Totalfina Elf, según reveló ayer el diario The Wall Street Journal.

La tensión en la región del golfo Pérsico es el mayor factor encarecedor del crudo en las últimas semanas, aunque no por el peso de Irak en el mercado, que cada vez es menos relevante. La política de la ONU de fijar precios a las cinco semanas de cerrar la compra -para evitar así el sobrecargo ilegal de 50 centavos de dólar por barril que Irak imponía-, y las continuas suspensiones de las exportaciones decretadas por Bagdad para presionar a la ONU han llevado a los compradores a buscar otras fuentes de suministro. Sin embargo, el golfo Pérsico concentra el 27% de la producción y el 66% de las reservas mundiales de petróleo, por lo que los analistas coinciden en que una guerra en la zona podría ser catastrófica. De hecho, la región suministra el 14% del crudo que consume EE UU y el 19% de Europa.

Aznar, con Bush

La tensión aumenta. China, Rusia y Francia quieren dar una oportunidad a Irak. Pero George Bush está decidido y cuenta con el apoyo de Reino Unido y España. 'Sólo desde la firmeza podemos terminar con la amenaza que supone Sadam Husein', declaró ayer el presidente español, José María Aznar, informa Federico Castaño desde Madrid.

La crisis coincide con un nivel 'incómodamente bajo' de reservas de crudo en Occidente, según la Agencia Internacional de la Energía. Ante estos factores y el aumento del consumo por el invierno del hemisferio norte, los expertos prevén nuevas subidas del precio del crudo.

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