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Bonos

Una filial de Qwest prepara una emisión de bonos de 1.000 millones

QwestDex, la filial de directorios telefónicos (páginas amarillas) del grupo de telecomunicaciones estadounidense Qwest, prepara una emisión de bonos de alto riesgo, también conocidos como bonos basura, para financiar la adquisición de este negocio por parte de Carlyle Group y Welsh, Carson, Anderson & Stowe, los dos grupos de capital riesgo que acordaron realizar la mayor operación de compra apalancada, 7.050 millones de dólares (una cantidad similar en euros), desde que Kohlberg Kravis Roberts (KKR) adquiriera RJR Nabisco en 1989 por 31.400 millones de dólares.

La emisión será de 1.000 millones de dólares y se espera que haya otra operación que permita, en total, captar 3.000 millones de dólares, según fuentes próximas a los planes de financiación consultados por Bloomberg.

La oferta de QwestDex será un indicador de la demanda de bonos de alto riesgo en el mercado. Los inversores, que han sufrido en sus carnes las pérdidas de las últimas quiebras, no habían participado en este tipo de emisiones desde que una empresa de envases de vidrio, Owens-Brockway Glass Container, recaudara 1.000 millones de dólares hace ocho años.

Los analistas están muy pendientes de ver cómo recibe la operación el mercado, pues hay varias emisiones similares previstas de aquí a final de año que totalizan 8.000 millones de dólares. Su principal preocupación es saber si el mercado está preparado para absorber tanto papel.

QwestDex realizaría la operación en octubre y deberá pagar un interés muy alto si quiere atraer a los inversores.

La rentabilidad de los bonos basura está un 9,49% por encima de los títulos del Tesoro, frente al 7,91% de prima que estas emisiones tenía hace un año.

Evitar la quiebra

Qwest vendió su negocio de páginas amarillas la semana pasada para poder afrontar el coste de la deuda de 26.000 millones de dólares que arrastra y evitar una suspensión de pagos que bordea desde hace tres meses. Parte de los beneficios de la emisión revertirán en Qwest, según los acuerdos firmados con los compradores.

Las dos firmas de capital riesgo han dividido la compra en partes. Por los negocios del este de Estados Unidos, pagarán 2.750 millones de dólares, mientras que por los del oeste el desembolso ascenderá a 4.300 millones. Los compradores, en efectivo, sólo desembolsan 750 millones de dólares, y el resto se hace con créditos bancarios que tienen como garantía la propia compañía.

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