_
_
_
_
Negocios del nuevo siglo

La genética se abre camino

En 2001, el sector de la biotecnología en España alcanzó un volumen de negocio conjunto de 4.808 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,3% respecto al año anterior. Esta cifra coloca al negocio biotecnológico español como el cuarto de Europa, por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia, pero por delante de Italia.

El año pasado también creció el número de empresas respecto a 2000 y, según la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), se censaron 226, un 13% más. En cuanto a empleados, el sector daba trabajo a 24.808 personas, lo que supone un aumento del 2,5% más.

Pese al optimismo que pueden reflejar estas cifras, se da la circunstancia de que el sector biotecnológico español adolece del dinamismo que tienen Reino Unido, Alemania o Francia. Mientras en estos tres países se crea una media de 50 empresas al año, en España sólo alcanza una media de 20, lo que cada año incrementa más las diferencias.

El perfil de una empresa española de biotecnología es el de una compañía con menos de 500 empleados y ubicada en Madrid o BarcelonaEl sector de la biotecnología se ha nutrido hasta ahora de biólogos, médicos, farmacéuticos o agrónomos. En septiembre tendrá su licenciatura El perfil de una empresa española de biotecnología es el de una compañía con menos de 500 empleados y ubicada en Madrid o BarcelonaEl sector de la biotecnología se ha nutrido hasta ahora de biólogos, médicos, farmacéuticos o agrónomos. En septiembre tendrá su licenciatura

Según datos de Asebio, el perfil típico de una empresa española de biotecnología es una compañía de tamaño medio, con menos de 500 empleados, con experiencia reciente en este ámbito y muy innovadora. El 80% ha iniciado su actividad en esta área de negocio hace menos de 25 años. En cuanto a la capacidad de innovación, el 40% de las empresas ha desarrollado nuevos productos en los dos últimos años y su gasto medio en I+D es de un 5,6% sobre la facturación.

Respecto al origen del capital, el 63% de las sociedades están participadas mayoritariamente por capital nacional. Las plantillas cuentan con una alta cualificación (el 51% son titulados superiores) y tienen una fuerte vocación exportadora, ya que más de la mitad realiza ventas fuera del mercado nacional, básicamente a Europa. En cuanto a su ubicación geográfica, las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona aglutinan el 46% de las empresas del sector, aunque recientemente se ha detectado que empiezan a surgir pymes del sector en otras comunidades autónomas.

Hasta ahora, las empresas de biotecnología españolas se han encontrado con serios problemas de financiación. Las entidades de capital riesgo han tardado en entrar en el sector. Actualmente empiezan a mostrar fuerte interés al darse cuenta de que es un sector como mucho futuro. Sin embargo, los problemas no han desaparecido. El capital riesgo está padeciendo la escasez del número de bioemprendedores, la ausencia de un mercado financiero secundario especializado en este tipo de compañías y la existencia todavía de un número reducido de expertos que garanticen la viabilidad de los proyectos. Por subsectores, los más dinámicos y los que más inversiones reciben son el de agroalimentación (que recibe el 34% de las inversiones), salud humana (el 22%) y salud animal (el 17%).

Sin embargo, los datos que ofrece la patronal de biotecnología no reflejan la principal problemática que padece el sector. Mientras que laboratorios farmacéuticos como Esteve o empresas como Zeltia están dispuestos a destinar una parte de su inversión en I+D al área de la biotecnología, las grandes compañías de agroalimentación españolas, que tienen un tamaño que les permite competir en el mercado europeo, se muestran reacias a entrar de lleno en este campo.

Es significativo que los cuatro grandes laboratorios catalanes (Almirall Prodesfarma, Uriach, Ferrer y Esteve) mantienen acuerdos con diferentes centros y universidades para investigación en biotecnología, pero empresas de agroalimentación como Agrolimen, Nutrexpa, Panrico o Chupa Chups se muestran menos proclives a crear filiales en esta área, o al menos no lo dan a conocer. 'Existen algunas excepciones como Puleva Biotech, pero no es la norma', explica el secretario general de Asebio, Francisco Bas.

En su opinión, la mala prensa que padecen los denominados cultivos y alimentos transgénicos (transformados genéticamente) está actuando como freno a la entrada de las corporaciones agroalimentarias españolas. 'Se da la situación de que son reacias a entrar por temor a una publicidad negativa, pero si no invierten, cuando quieran hacerlo será tarde y habremos perdido de nuevo una oportunidad para situar un sector económico potente como el nuestro entre las grandes potencias europeas', explica Bas. 'Se está produciendo un círculo vicioso, las organizaciones ecologistas están logrando un gran eco entre los medios de comunicación y éstos trasladan preocupación a la sociedad respecto a los transgénicos. Ante esta coyuntura, los políticos se niegan a potenciar y subvencionar una actividad que, a corto plazo, les puede suponer una merma de votos. La falta de voluntad política se traduce en menor iniciativa empresarial y menor inversión en esta área que será clave en el futuro', argumenta. Según Asebio, sería conveniente que el Gobierno incremente el presupuesto asignado al sector tanto en I+D como en medidas horizontales (incentivos fiscales, formación, creación de empresas y movilidad de personal) y que promueva en el ámbito internacional la biotecnología made in Spain, dando a conocer el mercado español a inversores y empresas internacionales. 'Se trata de aumentar los recursos y, sobre todo, mantener una estrategia estable, con contratos programa que garantizan una determinada duración de las ayudas', argumenta Bas. El año pasado un país como Taiwan destinó 300 millones de euros a biotecnología, mientras que en España sólo se destinaron 30 millones.

Las empresas españolas de biotecnología suelen ser compañías surgidas de segregaciones realizadas por las universidades y que suelen especializarse en ofrecer servicios anexos a las grandes corporaciones multinacionales tanto farmacéuticas como agroalimentarias. Concretamente, en el área alimentaria estas pequeñas empresas operan en los apartados de bioseguridad, calidad de producto final, fabricación y desarrollo de materias primas. En opinión de Bas, 'la estructura familiar de las empresas agroalimentarias españolas está retrasando el desarrollo del sector y, en esta área, el tiempo es clave, por cada minuto que pierdes luego tienes que invertir tres'.

Las estructuras más consolidadas de desarrollo de empresas biotecnológicas en España se encuentran en Barcelona y Madrid. En la capital catalana, la Universidad de Barcelona (UB) da acogida al Parque Científico de Barcelona. En esta instalación ya se han ubicado empresas de gran tamaño como Almirall Prodesfarma o la multinacional alemana Merck, medianas como la catalana Medichem y empresas segregadas de la universidad como Advancell In Vitro Cell Technologies o Kymos Farma Services. El Parque Científico de Barcelona mantiene una alianza con el Parque Tecnológico de Barcelona, dependiente de la Universidad Politécnica de Cataluña. Además, la Universidad de Barcelona participa en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer junto al Hospital Clínico de Barcelona y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En Madrid, la estructura biotecnológica se articula alrededor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Centro Nacional de Biotecnología, participado por la propia UAM y el CSIC. Ambas entidades han creado el denominado Parque Científico de Madrid. La multinacional Pharmacia (recién absorbida por Pfizer) ha elegido el Centro Nacional de Biotecnología para invertir 18 millones de euros en investigaciones en el campo oncológico. Por su parte, la comunidad de Madrid, dentro del programa Madrid I+D, ha desarrollado el proyecto denominado Círculo de Innovación en Biotecnología.

Diagnóstico molecular

Biotools es una de las empresas nacidas en Madrid y que está participada por la empresa de origen catalán Inibsa. La compañía, que está presente en 30 países, se ha especializado en diagnóstico molecular y actualmente ha desarrollado una patente que la coloca en una posición ventajosa ante las intenciones del Gobierno de EE UU de invertir millones de dólares en desarrollar un test diagnóstico genético rápido.

NBT es otro ejemplo de empresa española del sector. Es una compañía sevillana participada por la Caja del Monte y formada por investigadores de la Universidad de Sevilla. La sociedad ha desarrollado interesantes aplicaciones biotecnológicas para el control de plagas, que sirven como alternativa limpia al uso de insecticidas químicos. Por su parte, Puleva Biotech es el ejemplo de una filial de un gran grupo agroalimentario. La sociedad cuenta con dos actividades: la mejora de productos alimenticios y una rama de investigación médica centrada en el sistema nervioso central.

Sin embargo, estas compañías se han encontrado con un déficit de especialistas. Hasta ahora el personal son biólogos, farmacéuticos, médicos o ingenieros agrónomos, que han realizado un máster. La Universidad de Barcelona, la escuela privada Bioforum o el centro de Biología Molecular Severo Ochoa ofrecen másteres al respecto. A partir del mes que viene, la Universidad Autónoma de Barcelona ofrecerá una licenciatura específica, mientras que otras universidades españolas trabajan para ofrecer un título equivalente de segundo ciclo, que completaría estudios previos de Químicas o Biología.

La medicina de pago pone en jaque al sistema público

 

El mercado español de la sanidad privada está controlado por compañías aseguradoras como Adeslas, Asisa, Sanitas o DKW. Estas empresas han creado una alternativa al sistema público que, por un lado, compite con él, y que, por otro, actúa de válvula de escape de la Seguridad Social.

 

 

 

 

 

 

 

Este mercado se puede dividir en dos grandes áreas con gran potencial de crecimiento: los servicios médicos y la asistencia sociosanitaria a personas mayores.

 

 

 

En el área estrictamente médica, las aseguradoras ya ofrecen tres alternativas a la sanidad pública: el sistema Muface, por el cual los funcionarios públicos pueden elegir entre Seguridad Social o un seguro privado; la gestión por concesión de hospitales públicos, y, finalmente, la prestación directa al colectivo de ciudadanos que, además de cotizar a la Seguridad Social, pagan un seguro médico particular. En los tres casos, el sistema sanitario privado libera recursos públicos.

 

 

 

El incremento de la edad media de la población, el aumento del coste de las nuevas tecnologías sanitarias (resonancias o tacs) y la mejora del nivel económico e informativo de los pacientes actúan presionando al alza el coste de la sanidad pública. 'El enfermo deja de ser paciente y pide una sanidad personalizada, lo que produce una falta de sintonía entre la población y la realidad que ofrece el sistema público', indican fuentes del sector. 'Esa transformación es el gran reto de la Seguridad Social y, como lo afronta con pocos medios, se produce una gran oportunidad para la medicina privada', añaden.

 

 

 

La alternativa Muface (el 80% de los funcionarios prefiere una compañía privada) y el incremento de los colectivos que pagan un seguro médico paralelo demuestran que el mercado es muy grande. Actualmente, muchas empresas están negociando seguros médicos colectivos para sus empleados, ya que es una nueva forma de retribución que, hasta determinado nivel, no tributa.

 

 

 

La tercera vía, la gestión privada de hospitales públicos, sólo cuenta con un ejemplo en España: el hospital de La Ribera en Alzira (Valencia). En este caso, el Estado paga una cantidad por habitante a la aseguradora, que es quien construye el hospital y presta la asistencia. Esta vía está siendo explorada ya por muchas autonomías una vez que han recibido las transferencias sanitarias.

 

 

 

En cuanto al área sociosanitaria, las aseguradoras ven una gran oportunidad, pero critican la falta de un marco de juego en el que se defina qué prestaciones pagará el Estado. Además, el sector reclama la regulación del seguro de dependencia y sus beneficios fiscales. La ausencia de este marco ha configurado un sector muy atomizado y formado por inmobiliarias que construyen residencias geriátricas. De esta forma no se producen economías de escala, lo que dificulta el despegue del sector.

El doble sistema sanitario

 

Javier Murillo, director general de Adeslas

 

 

 

La sanidad privada en España representa la cuarta parte del gasto sanitario nacional. Sus niveles de calidad han crecido notablemente en los últimos años merced a las importantes inversiones realizadas en equipamiento asistencial y tecnológico. Esto supone una infraestructura, unos recursos y un potencial que nuestra sanidad pública debería aprovechar en su objetivo de prestar el mejor servicio posible a los ciudadanos.

 

 

 

 

 

 

 

Por eso, el gran reto es alcanzar un amplio acuerdo de colaboración entre la sanidad privada y la pública que contribuya a reforzar el Sistema Nacional de Salud en un entorno en el que cada vez será más complicado obtener suficiente financiación, a la vez que resultará más difícil limitar la demanda.

 

 

 

Efectivamente, en un escenario de cambios que afectan a la propia sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud -debido a las transferencias autonómicas, al envejecimiento cada vez mayor de la población, a la entrada de inmigrantes, a la necesidad de acometer inversiones cada vez más altas o al crecimiento del gasto farmacéutico-, la sanidad privada puede poner sus recursos a disposición del sistema público, o aportar su experiencia en el desarrollo de modelos como Muface, o de otros de gestión hospitalaria, como el del Hospital de La Ribera gestionado por Adeslas.

 

 

 

En este sentido, es fundamental que el Estado admita la realidad del doble aseguramiento y lo estimule fiscalmente. Por su parte, la sanidad privada debe seguir invirtiendo en la ampliación de su cobertura y de su tecnología sanitaria para ofrecer las mejores prestaciones a los usuarios.

Archivado En

_
_