El salario mínimo español es casi la mitad que el de la media europea
Los trabajadores sin convenio, los perceptores del subsidio de desempleo, los beneficiarios del subsidio agrario, los asalariados afectados por quiebras que cobran del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), los compradores de vivienda protegida, los estudiantes con becas y los discapacitados con ayudas. Todas estas personas, cerca del millón, tienen como referencia para calcular sus rentas o sus ayudas el salario mínimo interprofesional.
Por ello, una de las eternas reivindicaciones históricas de los sindicatos CC OO y UGT es que el Gobierno eleve esta renta, que en el caso español es la tercera más baja de toda la UE. En 2002, el SMI español esta fijado en 442,20 euros al mes con 14 pagas o 516 euros si son 12 las pagas.
Si se haya la media de lo que se está cobrando en los países comunitarios, la renta mínima europea es de 932,5 euros mensuales con 12 pagas, casi el doble de la renta mínima española.
Además, los sindicatos denuncian que el Gobierno incumple la Carta Social Europea, en la que se aconseja que el salario mínimo sea el 60% del salario medio del país, y en España el SMI apenas alcanza el 40%. En el primer trimestre de 2002 el salario medio ascendía a 1.346,71 euros mensuales.
CC OO y UGT también critican que el Ejecutivo incumpla también su obligación (recogida en el artículo 27,1 del Estatuto de los Trabajadores) de revisar semestralmente el SMI si no se cumplen las previsiones de IPC fijadas por el Ejecutivo para ese año. De hecho, desde 1999 la inflación está por encima de las previsiones del Gobierno, por lo que el SMI lleva cuatro años consecutivos perdiendo poder adquisitivo.
En concreto, la renta mínima española ha acumulado una pérdida, respecto al salario medio, de un 4,7% desde 1999 y si se retrocede a 1996 (cuando el Gobierno del PP llegó al poder) esta pérdida se eleva al 6,1%.
No obstante, pese a la diferencia con Europa y la pérdida de poder adquisitivo, en la última etapa expansiva de la economía española, iniciada en 1994, el SMI ha crecido más que el salario medio de los españoles. Así, en 1994 la renta media era de 1.260 euros (209.634 pesetas) mensuales y el salario mínimo era de 365,11 euros (60.750 pesetas) al mes. Si se comparan estas cantidades con el salario medio actual en España y el SMI para 2002, se observa que el primero ha crecido un 7% y la renta mínima más de un 20%.
Si bien esto también tiene una explicación y es que el aumento del salario medio español se ha visto presionado a la baja porque la gran mayoría del empleo creado en esta etapa expansiva ha sido del sector servicios, que es donde han crecido menos los salarios desde 1994, un 6%, frente a un aumento del 13% en los salarios de la industria, y el 11% de la construcción.
Diálogo en septiembre
En este escenario, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, ha manifestado recientemente a los sindicatos su disposición a negociar una reforma del SMI en septiembre. Aunque, esta misma semana, Zaplana ya matizó que llegar a un acuerdo en esta reforma sería 'muy difícil' por el elevado número de supuestos para los que el SMI es referente.
Y es que elevar la renta mínima supondría un elevado coste para el Gobierno, ya que implicaría, por ejemplo, aumentar el gasto en subsidios por desempleo (asistencial y agrario), cuya cuantía es del 75% del SMI. Pero, por otro lado, también supondría excluir, por ejemplo, a un buen número de personas que ahora acceden a una vivienda protegida o a una beca, al elevar el baremo de referencia para su concesión.