Gobierno, SCH y BBVA rechazan los planes de Argentina para la banca
El Santander Central Hispano se mostró ayer tranquilo acerca de la posibilidad de que entre en vigor la ley que aprobó el pasado viernes el Senado argentino. Este texto legal, que aún tiene que someterse a la aprobación de la Cámara baja, obligaría a las casas matrices a responder con la totalidad de su patrimonio de los depósitos que se constituyan en Argentina.
La nueva ley, afirmaron ayer portavoces del Santander Central Hispano en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, va en contra del derecho internacional. Su puesta en práctica, afirmaron las fuentes, tendría efectos nefastos para las entidades.
De todos modos, el SCH no cree que el texto final que apruebe la Cámara de Diputados sea el mismo que el que fue tramitado por el Senado. En cualquier caso, el Santander Central Hispano asegura que se regiría por el derecho español, y no por el argentino, lo que supondría hacer caso omiso a esta ley. El BBVA declinó realizar cualquier tipo de comentarios.
El Gobierno español también se ha movilizado y ha pedido explicaciones al respecto al Gobierno argentino, dado el impacto que tendría la normativa sobre los principales bancos españoles y la injerencia de esta ley sobre un tema de soberanía nacional, como es la legislación de sociedades comerciales.
Con ese argumento, el secretario de Estado, Juan Costa, se puso en contacto el sábado con el ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, quien le aseguró que el Gobierno de Eduardo Duhalde desconocía la inclusión de esa medida en las iniciativas aprobadas por el Senado sobre el sistema financiero y descartó que llegue a ser finalmente aprobada por la Cámara de Diputados, dadas las fuertes divisiones existentes entre los principales partidos.
En todo caso, Lavagna se comprometió a que el Gobierno vete la medida durante la tramitación parlamentaria o incluso después, si la Cámara llega a convertir el proyecto en ley. Según fuentes cercanas a las conversaciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha criticado la medida y ha exigido a Duhalde la supresión del proyecto de ley como requisito fundamental para seguir adelante a las negociaciones para la concesión de ayuda financiera.
Las palabras de Lavagna contrastan con las declaraciones de Duhalde del pasado sábado, en las que defendía las iniciativas financieras aprobadas por el Senado por considerar que se tratan de 'medidas transitorias que no vulneran la seguridad jurídica del país'. Incluso si fuera cierto el desconocimiento del Ejecutivo, eso implicaría un descontrol total del Gobierno sobre los proyectos tramitados por el Parlamento que dificulta aún más las posiciones de las empresas y bancos extranjeros presentes en el país.
Un portavoz del Banco de España afirmó ayer que el organismo regulador no ha variado su postura respecto a lo que afirmó el subgobernador Gonzalo Gil en el mes de junio. Entonces, en unas jornadas organizadas en Santander a las que asistió también el presidente del BBVA, Francisco González, el subgobernador afirmó que 'cada filial de un grupo bancario español debe ser independiente de la matriz y de otras entidades del grupo y, por tanto, ser capaz de obtener suficiente financiación y liquidez con plena autonomía'.
La ley aprobada por el Senado el pasado viernes determina que 'las sociedades conformadas en el extranjero' y que actúan en Argentina 'responderán con la totalidad de su patrimonio local y el de su casa matriz por los pasivos que se hubieran constituido en la República'.
Las empresas vuelven a lanzar emisiones de deuda
Las entidades y compañías argentinas están regresando a los mercados de capitales, aunque de una forma menos convencional. Las compañías están emitiendo obligaciones negociables, que tienen como principal característica que están garantizadas por productos que se exportan. Otras compañías han optado por emitir las mismas obligaciones, aunque convertibles en acciones. Los inversores tienen que tomar numerosas precauciones. En Argentina, a raíz de la crisis, son numerosos los incumplimientos.
El mercado de estas obligaciones está cifrado en 20.000 millones de dólares (20.400 millones de euros), de los cuales más de 4.000 millones corresponden a las entidades financieras. Así, en 2002 vencerán 2.040 millones de euros, o 2.000 millones de dólares en obligaciones emitidas por los bancos. Las empresas tienen emitidos otros 2.300 millones (2.346 millones de euros).
El Banco Hipotecario, suspendido este fin de semana, tenía dos emisiones en circulación por un total de 233 millones de dólares.