La inflación en Estados Unidos sube una décima en julio
El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha subido en el mes de julio un 0,1% respecto al mes anterior, mejorando las previsiones de los expertos que aguraban un avance de dos décimas.
Impulsado por los precios de la gasolina y los mayores incrementos en los costes sanitarios en nueve años, el aumento de julio fue igual al de junio, y si se excluyen los precios más volátiles de gasolina y alimentos, el núcleo del IPC subió en julio un 0,2% después de un aumento del 0,1% el mes anterior.
La mayoría de los analistas esperaba un aumento del 0,2% en julio, y un incremento del 0,2% también tras la exclusión de gasolinas y alimentos.
Entre enero y julio el IPC ha aumentado a una tasa anual del 2,5%, comparado con una tasa del 2,7% en los siete primeros meses de 2001.
La ausencia de presiones inflacionarias ha permitido que la Reserva Federal mantuviera los tipos a su nivel más bajo desde 1961 para facilitar el consumo, cuyo gasto equivale a dos tercios del PIB.
Consumidores
La percepción del consumidor de Estados Unidos empeoró ligeramente a comienzos de agosto, por una mayor cautela con respecto al panorama de la economía, pero la evaluación de la situación actual mejoró un poco con respecto a julio por la estabilización de la bolsa.
La lectura preliminar de agosto del índice de la percepción del consumidor bajó a 87,9, la menor medición desde noviembre del 2001, desde 88,1 en julio, anunciaron hoy fuentes del mercado. La cifra de agosto fue más baja que la previsión de los analistas, de 88,3. Hasta ahora, el consumo se ha mantenido fuerte a pesar de las recientes caídas en la percepción.
El índice preliminar de agosto de la situación actual, que refleja la opinión de los consumidores sobre su situación financiera presente, subió a 100,2, desde 99,3 en julio. El índice de expectativas, que mide la actitud de los consumidores de cara a los próximos 12 meses, bajó a 80,0 en agosto, de 81,0 en julio.