Vivendi venderá activos tras perder 12.306 millones en seis meses
Tras retrasar el anuncio tres semanas, el número dos mundial de la comunicación, Vivendi Universal, reconoció ayer pérdidas récord de 12.306 millones de euros en el primer semestre. Para contrarrestar la noticia, el presidente anunció la venta de activos por 10.000 millones de euros para rebajar su abultada deuda, en lo que supone el inicio del desmembramiento del imperio creado por Jean-Marie Messier. Estas noticias provocaron un nuevo desplome de la acción, que al cierre de la sesión se dejaba el 25,7%.
La crisis del grupo mediático estalló la pasada primavera, cuando anunció pérdidas récord de 13.600 millones en 2001.
El enorme déficit del primer semestre de este ejercicio se produce pese a que la facturación creció un 8%, hasta 30.600 millones de euros .
Las pérdidas se explican en gran medida por una depreciación de activos por valor de 11.000 millones de euros, de los que 3.800 millones corresponden a su filial audiovisual Canal +, 3.800 millones a los negocios de música, 2.600 millones a Vivendi Universal Entertainment y 1.100 millones a las actividades de telecomunicaciones y de Internet. A eso hay que sumar una provisión financiera de 3.400 millones de euros por 'el declive general del mercado, constatado desde comienzos del ejercicio', así como por la nueva evaluación contable de ciertas inversiones, explicó el grupo.
Tesorería
En lo que respecta a la situación de la tesorería, el grupo tenía a finales de junio una deuda global de unos 35.000 millones de euros, frente a 37.000 millones de seis meses antes.
Excluyendo los pasivos exigibles de Vivendi Environnement (en la que acaba de reducir su participación al 40,8% para obtener plusvalías y desconsolidar su deuda), el endeudamiento disminuyó hasta 19.000 millones de euros al término del primer semestre, frente a los 21.000 millones existentes a 31 de diciembre, según informó el gigante de la comunicación.
El presidente, Jean-René Fourtou, reconoció que ese volumen de deuda está unos 10.000 millones de euros por encima del 'nivel confortable' de una calificación de triple B por las agencias de riesgo. Para afrontar esa situación expresó su intención de ceder activos por al menos ese monto durante los dos próximos años. Más a corto plazo, el presidente reconoció que Vivendi se enfrenta a 'problemas de liquidez' a pesar del valor de sus activos, y del préstamo de 1.000 millones de euros (980 millones de dólares) conseguido por la compañía de comunicación el pasado 10 de julio.
La multinacional negocia actualmente con los bancos una nueva línea de crédito de 3.000 millones de euros (2.940 millones de dólares), que incluirá esos 1.000 millones de euros (980 millones de dólares) citados.
El desplome en Bolsa de ayer sitúa la caída del valor desde comienzos del año en el 80%. Tras conocer los resultados semestrales la agencia de calificación Standard & Poor's rebajo la calificación de la deuda del grupo y la situó al nivel de los bonos basura, detonante del fuerte descenso durante la jornada.
El imperio Messier se desmiembra
El nuevo presidente de Vivendi dio ayer el pistoletazo de salida al desmembramiento del imperio mediático creado por su antecesor. Tras anunciar esas pérdidas récord semestrales, Fourtou se apresuraba a desvelar un plan de venta de activos por valor de 10.000 millones de euros para reducir la pesada carga financiera y calmar a los mercados. Al mismo tiempo, desvelaba el nombre de uno de ellos, nada menos que la editorial estadounidense Houghton Mifflin, comprada en junio de 2001 por 2.200 millones de dólares (2.240 millones de euros), fuertemente endeudada, y cuya transacción fue cerrada apenas hace unas semanas. Vivendi también ha anunciado que se desprenderá de las filiales extranjeras de Canal + (salvo su participación en la española Sogecable) y algunas otras sociedades deficitarias, como el club de fútbol París Saint Germain (PSG).
El presidente subrayó que después de las decisiones ya tomadas sobre la reestructuración de Canal +, la del negocio de Internet así como la venta de activos no estratégicos, los beneficios por acción 'deberían incrementarse significativamente'. El plan de venta de activos tiene un plazo de dos años. Sólo en los próximos nueve meses se desprenderá de participaciones por 5.000 millones. Pese a la caída en Bolsa, los analistas recibieron bien el anuncio pero advierten que seguirán cautelosos hasta que Fourtou cumpla las promesas para restaurar el balance. Fourtou deberá reducir las pérdidas, aumentar el flujo de caja y controlar la enorme deuda del grupo.