Vivendi se descalabra en Bolsa por un presunto fraude contable
La cotización de las acciones del segundo grupo mundial de comunicación, Vivendi Universal, cuyo polémico presidente, Jean-Marie Messier, confirmó hoy su partida, se desplomaba hoy en la Bolsa de París, en medio de interrogantes sobre la legalidad de sus cuentas.
El diario galo 'Le Monde' afirma hoy que el grupo intentó "maquillar" sus resultados de 2001 con la ayuda de sus gabinetes de auditores el pasado otoño, pero la Comisión de operaciones bursátiles francesa impidió que se pudiera realizar la operación. Según la información, la estadounidense Andersen y la francesa Salustro-Reydel ayudaron a "tapar" la cesión, en realidad un préstamo, de 400 millones de acciones del grupo BSkyB.
Uno de los responsables de Salustro descubrió el asunto, alertó al ex jefe de la firma de auditoría e informó a la COB sobre esa presentación de las cuentas que, a su juicio, contravenía las reglas. "A pesar de que las reglas contables obligan absolutamente a consolidar en las cuentas de 2001 la cesión en otoño de 400 millones de acciones de BSkyB, Vivendi decidió sacar de sus cuentas esta operación para que el grupo saliera beneficiado en ese año", explicó 'Le Monde'.
Rebaja de 'ratings'
Si esto no era poco para los inversores, tanto Moody's como Standard and Poor's decidían hoy rebajar sus respectivas calificaciones de la compañía. S&P situaba bajo vigilancia la deuda a corto y a largo del grupo de comunicación. La agencia de calficación añadía que "las facilidades de crédito existentes, de aproximadamente 2.300 millones de euros en julio, no serán suficientes para cubrir las necesidades de financiación de la compañía a corto plazo".
El resultado, fuertes descensos en las acciones de Vivendi Universal, que en algunos momentos de la mañana rozaron caídas de hasta el 40% y que acabaron perdiendo un 25,52%.
Su filial Vivendi Environnment cerraron un 3,64% a la baja, acumulando un descenso superior al 28% en lo que va de año.
Messier se defiende en 'Le Figaro'
Tras un lunes en que los rumores de dimisión inundaron las primeras páginas de la prensa francesa y las ediciones digitales de los principales diarios galos, Messier salía al paso de las críticas a su gestión: "Me voy para que Vivendi Universal permanezca", declara en una entrevista a 'Le Figaro', y espera que su salida evite el desmantelamiento del grupo. Ayer lunes, Messier fue abandonado por los miembros franceses del consejo de administración, los mismos que hasta entonces le habían respaldado frente a las presiones de los accionistas norteamericanos para revocarlo.
"He decidido poner mi mandato a disposición del Consejo de administración esta semana, a pesar del apoyo que éste me aportó hace ocho días", explica Messier en el rotativo parisiense. "La razón es sencilla. Moldeé este grupo con mi equipo. Lo amo con pasión. Pero hay una verdad insoslayable. No se dirige una empresa con un consejo dividido. Soy un presidente responsable", declara.
El consejo de Vivendi está convocado para mañana por la tarde para ratificar la partida de Messier y designar a su sucesor. El favorito es el vicepresidente del consejo de vigilancia del grupo farmacéutico Aventis, Jean-René Fourtou, un "excelente" candidato, según la responsable francesa de Industria, Nicole Fontaine.