Economía reclama que EE UU y la UE coordinen sus leyes antifraude
De Guindos aseguró en Málaga, a preguntas de los periodistas, que 'las normas para incrementar la transparencia tanto en Estados Unidos como en Europa tendrán que ir en paralelo'. En opinión del secretario de Estado, 'no se pueden tomar medidas unilaterales por ninguna de las dos partes', en alusión a una posible imposición de las nuevas leyes antifraude a las compañías europeas que cotizan en los mercados de EE UU.
De Guindos se pronunció así sobre una polémica que afecta a Telefónica y sus filiales Móviles y Terra, Repsol YPF, Endesa y los bancos SCH y BBVA, cuyos valores cotizan en Wall Street. En fuentes empresariales se ha expresado preocupación ante la posibilidad de que las compañías queden sujetas a las severas nuevas leyes estadounidenses, que prevén penas hasta de 20 años de prisión y sanciones de cinco millones de dólares por los casos de fraude. La norma regula además la independencia de los comités de auditoría y prohíbe los préstamos a ejecutivos, entre otras medidas.
El paquete legislativo entra parcialmente en vigor el próximo día 29, si bien su desarrollo corresponde a la SEC, el regulador bursátil estadounidense. La Comisión Europea y el Gobierno británico han protestado por la posible aplicación de estas reglas a empresas europeas. La patronal alemana instó a Bruselas a abrir una batalla en los tribunales.
De Guindos evitó referirse a ese conflicto jurídico y prefirió apostar por el entendimiento. 'No tiene sentido que empresas que funcionan en ambos lados del Atlántico se estén sometiendo a normativas distintas', declaró, por lo que 'habrá que ver cómo se aproximan las legislaciones norteamericana y europea' para 'armonizar planteamientos'.
Recordó que, igual que empresas europea cotizan en mercados de Estados Unidos, también las norteamericanas están en las Bolsas europeas, y defendió que las normas contables europeas ya son más estrictas que las norteamericanas.
En este sentido, precisó que 'la única forma de evitar planteamientos inadecuados para las empresas de uno y otro lado del Atlántico es la colaboración entre autoridades norteamericanas y de la Unión Europea', que va a ser 'imprescindible'. Y también anunció que en las próximas semanas se conocerá un informe europeo sobre el buen gobierno de las empresas. De Guindos aprovechó para reinvidicar la labor hecha por el Gobierno sobre este asunto.
En España, la Ley Financiera -reformada tras el escándalo de Gescartera- incluye propuestas de medidas como la rotación de socios de auditorías, la creación de comités de auditoría en los consejos de administración de empresas cotizadas y medidas de transparencia en la relación entre bancos de inversiones y empresas cotizadas.
Libro Blanco
Con relación a este asunto, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, dependiente del Ministerio de Economía, ha elaborado el Libro Blanco de la Contabilidad, encargado por el vicepresidente segundo Rodrigo Rato a una comisión de 28 expertos, que recoge las líneas básicas de las que deben ser prácticas contables en los próximos años, de acuerdo a los principios aceptados en los países europeos.
El documento parte de la premisa de que en el año 2005 las grandes empresas españolas tendrán que presentar sus cuentas utilizando unas normas del Comité de Estándares Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés), con sede en Londres. El libro aconseja que estas normas no sean sólo vinculantes para las empresas que cotizan en Bolsa, sino también para las grandes compañías ausentes del mercado de valores.
En EE UU las reglas de contabilidad son fijadas por otro organismo, el Consejo de Estándares Contables y Financieros (FASB), lo que obliga a elaborar presentaciones de resultados, para remitir a la SEC, distintas a las que se publican en cada país.