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Eduardo González Mijanjos

'La mayoría de los ataques provienen de dentro'

Es un cambio silencioso, pero continuo. Eduardo González Mijanjos, gerente de Coritel, compañía del Grupo Accenture especializada en tecnologías de la información, cree que el negocio de la seguridad informática es un sector en plena expansión en España. Y más tras acontecimientos como el ocurrido en Estados Unidos el pasado 11 de septiembre.

P. ¿La consultoría de seguridad es el caramelo del que todo el mundo habla?

R. Indudablemente es un sector de negocio que está creciendo. La percepción de las empresas sobre la seguridad es ahora mucho más amplia que antes. Y lo es no sólo gracias a catalizadores como los atentados de 11-S o las previsiones de la Ley de Protección de Datos, sino a la incertidumbre que ha creado a las empresas el tomar conciencia de la fortísima dependencia que tienen respecto a sus sistemas informáticos.

P. Siempre se dice que España está a la cola en este tipo de procesos por lo que implican de cambio de cultura.

R. En España estamos madurando. Estamos en un estadio inicial o medio, lo que significa que o bien no tenemos en absoluto conciencia de la importancia de la seguridad y de la necesidad de contar con un presupuesto que la respalde o bien vemos la seguridad como un problema tecnológico a resolver.

P. ¿Y no lo es?

R. Sí, pero sólo en parte. El estadio final al que todavía no hemos llegado en este país es concebir la seguridad como una parte de la cultura corporativa de la empresa. Implica, por ejemplo, tener un responsable de seguridad con una infraestructura técnica, humana y de procedimiento que dé servicio a toda la organización. Lo que quiero decir es que de nada sirve tener un sistema de seguridad informática muy sofisticado si el responsable se salta las precauciones mínimas.

P. Hay encuestas que señalan a los empleados de las empresas como el principal peligro en materia de seguridad. ¿Es realmente así?

R. La mayoría de los ataques provienen de dentro de la organización. Falta conciencia de que la seguridad no es una faena que se hace al empleado, no es algo punitivo, sino una herramienta más para realizar el trabajo del modo más eficaz posible.

P. Antes ha mencionado la Ley de Protección de Datos como uno de los catalizadores que han impulsado la toma de conciencia sobre la importancia de la seguridad. ¿En qué medida ha sido así?

R. Todos estamos de acuerdo en que la intimidad es un derecho que recoge nuestra Constitución y que hay que respetar. Pero cuando se habla de las medidas a adoptar para proteger en las empresas los datos personales, yo creo que aflora un cierto sentimiento de 'cuidado con las consecuencias'. Y eso, esa amenaza a la sanción, es lo que está impulsando el avance en este campo.

Está claro que cumplir las normas de seguridad no siempre es fácil, pero también hay que verlo de forma positiva. Puede servir, por ejemplo, para realizar un inventario sobre toda la información que gestiona la empresa.

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