Los 'brokers' en línea, contra las cuerdas
Las casas de Bolsa por Internet están en apuros. Todas optan por fusiones y diversificación hasta que vuelvan los clientes
Aguantar como sea hasta que los inversores vuelvan. æpermil;sta es la consigna que se han impuesto las casas de Bolsa que operan a través de Internet, afectadas de lleno por la crisis de los mercados financieros y el repliegue de miles de pequeños inversores, a la espera de tiempos mejores. El panorama, en una Bolsa bajista como la actual, no puede ser peor para estas compañías, creadas en plena fiebre bursátil de principios de 2000 y que ahora buscan cómo amortizar sus enormes inversiones en tecnología e infraestructura.
La firma de Bolsa estadounidense Charles Schwab, el líder del sector con ocho millones de clientes y 148.000 órdenes al día, anunciaba esta semana unos pésimos resultados en el tercer trimestre, que sitúan los beneficios a niveles de 1998. Schwab ha recortado el 3% de su plantilla desde principios de año, y el presidente ejecutivo ha anunciado nuevos despidos en los próximos meses.
'Podríamos calificar este trimestre como nada espectacular, en un entorno brutalmente difícil', afirmaba su presidente ejecutivo, Christopher Dodds. Schwab no ha tenido más remedio que comenzar a diversificarse, ofreciendo servicios de consultoría para sumar ingresos a las comisiones por cada negociación, que han bajado drásticamente.
E-Trade ha comenzado a vender servicios financieros, rompiendo así su plan original de ser sólo un intermediador bursátil
Así ha estado obligado a actuar también E-Trade, el segundo broker en línea más grande (registra 110.000 órdenes al día). Esta compañía ha decidido ampliar su oferta, ofreciendo ahora también servicios bancarios como hipotecas y depósitos, entrando en directa competencia con las entidades financieras tradicionales y contradiciendo su planteamiento original, ser sólo un intermediario bursátil.
Pero los tiempos no dejan elección; diversificarse o morir. Aunque también hay otra opción, fusionarse con un competidor para conseguir cuota de mercado. Es la vía que ha elegido Ameritrade, que ya había adquirido el año pasado la división de broker en línea de Deutsche Bank. Hace un par de meses, Ameritrade decidió dar otro paso hacia esta dirección comprando Datek, que le proporcionó unas 80.000 transacciones al día y 840.000 cuentas. Por supuesto, la adquisición fue financiada con acciones (1.300 millones de euros). La caja, a falta de ingresos, sigue vacía para todos estos portales, cuyas inversiones en tecnología para ofrecer cotizaciones en tiempo real y contratación en línea han sido tremendamente grandes. A eso se suma su incapacidad para rentabilizarlas, mucho más patente ahora que la crisis ha obligado a casi todos los brokers a bajar extremadamente las comisiones, con lo que se han agotado las fuentes de ingresos diferentes a la publicidad, que no está dando sus frutos.
Ameritrade también ha optado por la diversificación, creando una división para clientes institucionales en la cual ofrece servicios de intermediación para otras entidades.
Europa, aún peor
En Europa, el mapa de las casas de Bolsa por Internet está aún mucho peor. El alemán Consors, rescatado de la quiebra por un consorcio de bancos alemanes a principios de año, fue finalmente adquirido por BNP Paribas. Esta semana se cerró definitivamente el acuerdo por el que el banco francés se queda con más del 90% del broker en línea. Su intención es fusionarlo con su propia firma de Bolsa en Internet, Cortal, y situarse así en el primer puesto de Europa.
Con la fusión, el broker online pasaría a llamarse CortalConsors y sumaría 1,2 millones de clientes (570.000 usuarios de Consors y 630.000 del broker francés). Según ha anunciado su nuevo equipo directivo, su intención es operar sólo en siete países (Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Italia y España), congelando así indefinidamente los planes de expansión que tenían ambos hace menos de un año.
Comdirect, el broker virtual del banco alemán Commerzbank, segundo de Europa con unas 550.000 cuentas, también se encuentra en apuros. La compañía ha visto caer en 300.000 el número de clientes en los tres primeros meses del año y no ha tenido más remedio que despedir a 71 empleados como un primer paso para reducir costes.
'Lo peor para estas empresas no ha llegado aún', asegura un analista de CIBC World Markets. 'Si el mercado sigue cayendo, los inversores se replegarán aún más, y eso será el fin para muchas casas de Bolsa en línea. Los niveles de actividad de estas firmas seguirán estando bajo mínimos al menos durante cuatro trimestres seguidos'.
Hacer rentable la información financiera
En España hay aproximadamente unos 10.000 clientes activos que operan en Bolsa, entendiendo por activos aquellos que realizan regularmente más de siete operaciones en los mercados financieros al mes, un nicho de mercado bastante pequeño para cualquier portal que quiera vivir sólo de las comisiones por intermediación.
La estrategia de las firmas de Bolsa por Internet fue desde el principio buscar volumen de clientes, ofreciendo todo tipo de herramientas e información gratis a cualquier usuario que entrara en el portal.
'Los portales se han olvidado de medir la rentabilidad por cliente', afirma María Silvela, directora general de JetBolsa. 'No se pueden dar los mismos servicios ni la misma información a todos los clientes, sino sólo a los que lo rentabilizan. Hay que cambiar la masificación por la especialización'.
JetBolsa, empresa española creada hace un año, ha desarrollado una herramienta tecnológica que ofrece al inversor especializado todo tipo de información actualizada y en tiempo real. La novedad que aporta la compañía es que el flujo de información (gráficos interactivos, acceso a índices, noticias en tiempo real, etc.) llega al cliente automáticamente, sin necesidad de que éste tenga que navegar por la página y pinchar en la información que le interese.
'Nuestra herramienta convierte el coste del tiempo real en una fuente de generación de valor para el cliente y de ingresos para la empresa que suministre la plataforma', asegura Silvela. La compañía está negociando actualmente con varias entidades y portales financieros para vender su tecnología y sus servicios de consultoría.
Los expertos creen que la inversión tecnológica de los brokers en línea y de los portales financieros, los que más gastaron en los últimos años, caerá drásticamente, situándose en niveles de 1998. Ahora se trata de rentabilizar como sea las costosas plataformas montadas en pleno auge de la burbuja.