El regulador contable internacional obliga a tratar las opciones como gasto
En pleno debate internacional sobre la necesidad de aplicar normas contables más estrictas a fin de evitar crisis tan profundas como las que han llevado a la quiebra a empresas como Enron y Worldcom, el Consejo Internacional de Estándares Contables (IASB) acordó ayer que los paquetes de opciones sobre acciones que las empresas otorgan a su altos ejecutivos y empleados se comiencen a contabilizar como gastos. La Comisión Europea acordó el pasado mes de junio armonizar sus normas contables a las directrices formuladas por el IASB a partir del año 2005.
La norma acordada ayer por el IASB, en el marco de un consejo que celebra en Londres y que durará hasta el próximo viernes, pretende acabar con las diferencias que existen desde el punto de vista contable en los países desarrollados en relación con la forma de contabilizar en los balances estos pagos.
En España, la contabilización de los planes de opciones sobre acciones se realiza de varias formas, pero la mayor parte de las empresas no lo consideran como coste y por tanto su valoración no la detraen año a año de los beneficios, sino que lo mantienen dentro del apartado de fondos propios sin pasarlo por la cuenta de resultados.
En unos casos se ha optado por llevar a cabo una ampliación de capital suscrita por una entidad financiera, que pasa a ser considerada como depositaria de las acciones, y es ella quien entrega los títulos a los ejecutivos a medida que convierten las opciones. En otros casos se ha optado por crear autocartera y entregar directamente las acciones a los directivos.
En ninguno de estos dos casos el coste efectivo que supone para la empresa establecer un sistema de opciones sobre acciones se refleja en los beneficios. De hacerlo, en la mayor parte de los casos los beneficios de las compañías cotizadas españolas verían sensiblemente reducidos sus beneficios.
La directriz acordada por el IASB pretende adaptarse a lo ya marcado por las autoridades contables estadounidenses, que obligan, aunque con un periodo de adaptación muy amplio para las empresas, a reflejar las opciones sobre acciones como un coste.
Coca-Cola anunció hace unos días su intención de adoptar en su contabilidad las opciones que entrega a sus empleados. En Estados Unidos también ha declarado que adaptará la normativa la empresa de comunicación The Washington Post. Compañías como Heinz y la aerolínea Delta Air Lines aseguraron estar estudiando modificaciones en su contabilidad en este mismo sentido.
Ayer mismo empresas estadounidenses del tamaño de Ford o General Motors aseguraron que pretenden adaptarse a las normas dictadas por la autoridad estadounidense.
El director financiero de General Motors, John Devine, justificó la intención de su compañía de modificar los criterios contables en este tema como una forma de restaurar la 'la confianza de los mercados en la estructura contable de las compañías'.
En paralelo a la decisión de definir la contabilización de los planes de opciones sobre acciones, el IASB pretende alcanzar acuerdos sobre la forma de incorporar a los estados contables las llamadas SPE (special purpose entities), mecanismos financieros de desvío de deuda hacia paraísos fiscales profusamente utilizados por Enron y que fueron el origen de su profunda crisis.