El Senado de EE UU aprueba el proyecto para combatir el fraude empresarial
Horas después de que el presidente, George W. Bush, exigiera un mejor comportamiento ético del sector empresarial, el Senado aprobó, por 97 votos a favor y ninguno en contra, la medida bipartidista del senador demócrata Paul Sarbanes, que establece una junta independiente para controlar a las empresas auditoras.
El proyecto de ley, que debe ser armonizado con la versión más flexible que aprobó la Cámara de Representantes en abril pasado, impone diez años de prisión y multas de entre 500.000 y un millón de dólares para quienes cometen fraude. También exige a las empresas que presenten informes financieros fiables, como parte de un esfuerzo por restaurar la confianza de los inversores en los mercados.
La medida, aprobada tras seis días de debate, restringe además el tipo y cantidad de tareas de consultoría que pueden realizar las empresas auditoras con sus clientes, como fue el caso de la auditora Arthur Andersen con el gigante energético Enron.
Como parte del proyecto de reforma, el Senado incluyó una enmienda que prohíbe que los ejecutivos soliciten y obtengan préstamos de sus empresas, para evitar un posible conflicto de intereses.
Con este proyecto de ley, el Senado quiere enviar un mensaje de dureza contra la corrupción y fraude en el sector empresarial, ante la serie de irregularidades contables registradas en empresas como WorldCom, Xerox, y Global Crossing. "El reto ahora es que los legisladores no debiliten el proyecto de ley cuando este sea armonizado en sesión bicameral, porque se requiere una verdadera reforma para mitigar la crisis de confianza en el mercado financiero", dijo el grupo Common Cause, que defiende los intereses de los consumidores. "La versión aprobada por la Cámara baja es una reliquia de tiempos pasados y debe incluir medidas más estrictas", agregó.
Poco antes de la votación, varios senadores demócratas insistieron en la necesidad de castigar "a los criminales a cargo de algunas empresas", cuyas acciones han perjudicado a miles de empleados e inversores. Al referirse al caso de Enron, el senador demócrata de Dakota del Norte, Byron Dorgan, dijo que mientras algunos ejecutivos de alto rango se han hecho ricos, "los de abajo han perdido hasta sus camisas".
La votación se produjo en un ambiente de desconfianza pública hacia las grandes empresas y los mercados financieros que se vio reflejada nuevamente en las bolsas de valores. Para los analistas, las elecciones de noviembre próximo, en las que se renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, influirán en la aprobación final de esta ley, ya que las campañas electorales se nutren de las contribuciones de las grandes corporaciones.
"Ambas cámaras deben reunirse lo más pronto posible y enviarme un proyecto de ley que pueda firmar antes del receso legislativo de agosto", dijo Bush en un discurso sobre la recuperación económica en la Universidad de Alabama, en Birmingham.
Los demócratas tienen previsto reunirse mañana para elaborar una estrategia que agilice las negociaciones con la Cámara de Representantes para la aprobación de la versión final de la medida.