El canje de depósitos por bonos en Argentina no llega ni al 15% de los ahorros
A menos de 24 horas de que finalice el plazo oficial, ni el 15% de los depósitos argentinos atrapados en el corralito financiero habían accedido ayer al canje de los ahorros por bonos del Estado según el plan lanzado por el Gobierno de Eduardo Duhalde para liberar los ahorros de los ciudadanos intentando proteger, al mismo tiempo, la solvencia del sistema financiero.
Según cifras de las asociaciones de banca, los ahorradores con sus depósitos en bancos con capital extranjero han suscrito el canje en una media del 15%. En el caso de la banca de capital extranjero, el canje afecta a sólo el 5% de los depósitos reprogramados en sus entidades.
Las diferencias entre unas y otras entidades se deben a que los bancos argentinos han ofrecido garantías adicionales a los ahorradores que decidieran canjear sus depósitos por bonos, como hacer efectivo parte del dinero sometido al canje y ofrecer un tipo de cambio mayor a 1,4 pesos por dólar que fijó en enero el Gobierno.
Si se confirman oficialmente estas cifras, eso supone que los bancos deberán empezar a devolver a partir de enero la mayoría de los depósitos atrapados en el corralito, pero las entidades ya han advertido que carecen de liquidez para hacer frente al volumen de devoluciones de los ahorros dada la fuerte depreciación de la divisa desde enero (más de un 70%).
Los bancos habían exigido que el canje de depósitos por bonos fuera obligatorio, y no optativo como finalmente ha sido, pero Duhalde se comprometió ayer a defender ¢los derechos de propiedad de la gente, como sus ahorros¢ y a no establecer un canje obligatorio de los mismos.
El Gobierno prepara ahora medidas alternativas para no hundir el sistema financiero pero todas ellas pasan, primero, por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (éste prorrogó ayer un año el plao para que Buenos Aires pague 985 millones de deuda que vencía el día 17). Para ello será decisiva la visita del secretario del Tesoro de EE UU, Paul O§Neill,a finales de mes; viaje que ya ha suscitado fuertes protestas.