La CEOE duda de que mejore el clima social
La patronal acogió ayer con agrado la designación de Eduardo Zaplana al frente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, pero prefirió no lanzar las campanas al vuelo sobre el efecto de esta renovación en el futuro del diálogo social.
De hecho, el vicepresidente de la CEOE Arturo Gil afirmó ayer que el cambio del ministro de Trabajo no tiene por qué suponer una mejora de las relaciones entre el Gobierno y los sindicatos, ya que la reforma de la protección por desempleo es del Ejecutivo 'y no exclusivamente del titular de Trabajo'.
'Me parece lógico que así sea, porque no es el cambio de un ministro lo que tiene que producir un acercamiento de los sindicatos al Gobierno', subrayó, criticando la 'estrategia de confrontación' de las centrales sindicales. Gil rechazó también que la salida de Juan Carlos Aparicio del Ministerio de Trabajo suponga un reconocimiento del éxito de la huelga general del 20-J, convocada por los sindicatos.
Además, calificó de 'razonable' que se haya mantenido en el cargo al vicepresidente económico, Rodrigo Rato, y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya que, en su opinión, la política económica del Gobierno está siendo responsable de la buena marcha de la economía española.
Los sindicatos, por su parte, ven con recelo el nombramiento de Zaplana. El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, advirtió ayer, ante su consejo confederal, que si la remodelación del Gobierno sólo significa un cambio de personas y no de propósitos, se habrá perdido una oportunidad, quizá única, de reconducir el conflicto social'.
UGT y CC OO tienen pendiente contestar a la llamada del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, al que Aznar le encomendó la semana pasada la reanudación de las conversaciones, antes del relevo de Aparicio.