Aznar rechaza el diálogo con los líderes sindicales para la reforma del desempleo
El Gobierno desveló ayer sus intenciones sobre diálogo social tras la huelga general del pasado 20 de junio. El presidente, José María Aznar, envió sendas cartas a los secretarios generales de la UGT y de Comisiones Obreras, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, en las que les plantea la necesidad de reconstruir el diálogo social para hacer 'las reformas que precisa la economía y la sociedad española con el fin de lograr el pleno empleo'.
El presidente reitera su confianza en las reformas y en el diálogo social, y resalta que 'ese ha sido el camino que se ha recorrido conjuntamente durante los seis últimos años', y recuerda a los sindicatos que la firma con ellos de varios acuerdos 'trajo consigo que el desempleo se haya reducido a la mitad'.
Sin embargo, el presidente descarta reunirse con los secretarios generales de las centrales, como ellos habían solicitado el pasado 28 de junio, y deja en manos del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, la iniciativa del diálogo. El vicepresidente Rato, por su parte, envió ayer también sendas cartas a los líderes sindicales en las que les solicita que 'atiendan con interés las convocatorias que en breve les harán llegar los ministros de Hacienda, Trabajo y Administraciones Públicas', que da a entender que tampoco habrá reunión previa entre Rato y los líderes sindicales.
Los secretarios de Acción Sindical de UGT y CC OO calificaron la negativa del presidente de 'provocación' y advirtieron que únicamente conseguiría que se extendiera la conflictividad. No obstante, Rodrigo Rato manifestó ayer su disposición a reunirse con los sindicatos como ha hecho 'siempre' a lo largo de estos seis años. Entre la relación de materias sobre las que el Gobierno está dispuesto a dialogar no aparece la reforma de la protección por desempleo, que será únicamente discutida en el trámite parlamentario como proyecto de ley, ya en el mes de septiembre. Los sindicatos habían planteado la necesidad de retirada y renegociación directa de esta reforma, aunque tampoco han descartado la vía parlamentaria, puesto que han elaborado enmiendas para los partidos.
El vicepresidente propone una negociación sobre el proyecto de Ley de Presupuestos y la Ley de Acompañamiento; sobre los procesos de privatización de empresas públicas; sobre la formación continua; la negociación colectiva en la función pública; la prevención de riesgos laborales en el sector público, así como una serie de materias sueltas que se incluyen en la soberanía de la negociación colectiva, tales como la jornada, los horarios, las vacaciones, la ampliación del tiempo de permiso de maternidad a tiempo parcial con retribución total, etc. Los sindicatos consideran que en la mayoría de los casos se trata de cuestiones menores, muchas de ellas rutinarias y secundarias.