Yell se olvida de la Bolsa
Los principales accionistas de Yell tendrán que buscar otra fuente de ingresos con el fin de amortizar deuda, ya que una salida a Bolsa es muy arriesgada. Su negocio depende del mercado de publicidad a pesar de que centre sus esfuerzos en las pymes. Su correlación con la evolución económica es menor que la que puede tener una cadena de televisión pero no es inexistente.
Pero consideramos que esta decisión no se debe solo a una mala situación de mercado. Hay otras muchas. British Telecom ha decidido volver a entrar en el negocio de directorios con la compra de Scoot.com por ocho millones de libras Por otro lado, Yell fijó un rango de precios de su salida a Bolsa valorando la compañía entre 1.800 y 2.300 millones de libras esterlinas. Los precios que componen el rango (270-345 peniques) sorprenden, ya que suponen una valoración por debajo de lo esperado.
Por último, la desconfianza de los inversores se traduce en una falta de demanda de papel. Ante una valoración tan baja respecto a sus homólogos europeos (TPI, entre otros), el mercado prefiere no entrar.
Esta noticia no tiene que afectar a TPI, y desde el punto de vista fundamental puede ser incluso positiva. Una salida a Bolsa decepcionante de Yell a los precios establecidos podría suponer un indicativo de que TPI está muy cara y en cuyo caso recibir un castigo en los mercados.