El Banco Mundial insta a establecer un comercio justo
El comercio internacional enmarcado en la Organización Mundial del Comercio (OMC) puede ser uno de los principales motores del crecimiento para las deprimidas economías de los países en desarrollo. Pero no como funciona ahora. Así lo afirma el Banco Mundial en el informe Desarrollo, Comercio y la OMC: un Manual, publicado ayer a partir de la opinión de 60 expertos económicos, en el que muestra un abuso de los países más desarrollados. El Banco Mundial resume en cinco las condiciones necesarias para que el comercio se traduzca en crecimiento los países más pobres.
En primer lugar, recuerda que las barreras comerciales no se limitan a los aranceles. Exigencias medioambientales y sanitarias se traducen en restricciones al acceso de los mercados. No obstante, el banco destaca los aranceles de los países industrializados, que superan el 100% en productos cruciales para los países en desarrollo, como los agrícolas y textiles. Precisamente, en estos dos sectores el banco recomienda una apertura de los países ricos, a cambio de la reciprocidad en la apertura de los sectores financiero y de telecomunicaciones. Con respecto a los propios países en desarrollo, el banco insiste en la necesidad de acompañar la liberalización con políticas complementarias, como una mejor gestión macroeconómica.
En cuarto lugar, el banco pide que las normas de comercio internacional se definan con el objetivo de reducir la pobreza, teniendo en cuenta el impacto que tendrán en estos países, y, por último, concluye con la petición de un aumento de la ayuda.