Las mayores Bolsas europeas marcan mínimo del año
IBM, Nokia, Intel, Oracle, Apple, AMD, Genzyme e Imclone son algunas de las compañías emblemáticas que han advertido en los últimos días de resultados peores de lo esperado y que, además, no cumplirán con las previsiones. Otras como Samsung, Infineon y Micron caen con fuerza tras las investigaciones abiertas por las autoridades antimonopolio estadounidenses sobre posibles concentraciones de precios.
Las Bolsas del mundo han reaccionado con fuertes bajas, porque los valores tecnológicos, a pesar del estallido de la burbuja en marzo de 2000, siguen presionados por las ventas, en un movimiento que aún no ha encontrado suelo.
Las situación es tan extrema que las Bolsas sólo tienen hueco para las malas noticias. Nokia ha vuelto a rebajar las previsiones de crecimiento en el segundo semestre del 15% inicial hasta el 10%. AMD y Apple hicieron lo propio un día antes. Morgan Stanley acaba de bajar las previsiones de beneficio para General Motors y Reuters ha anunciado un fuerte recorte de la plantilla.
Ayer, sin embargo, se conocían los indicadores adelantados de Estados Unidos en mayo, que avanzaron un 0,4%, frente al 0,2% que se esperaba y de la caída del 0,3% del mes anterior.
La respuesta para los mercados ha sido por enésima vez negativa. El Ibex registró un descenso del 2,11% y está a punto de perder el soporte de los 7.000 puntos. Tan sólo le resta un 8,6% para alcanzar el mínimo a 6.498,40 que tocó el pasado mes de septiembre con los atentados terroristas contra EE UU. El resto de las Bolsas siguen con el mismo tono. La alemana cedía un 2,51%, mientras que la francesa, italiana e inglesa cayeron el 2,63%, 2,48% y 1,55%.
El volumen de negocio completo fue alto, de 2.217 millones de euros, aunque sin operaciones especiales la cifra se sitúa sólo en 1.203 millones.
El temor a un recrudecimiento de las tensiones en Israel tras los últimos atentados suicidas; los rumores de nuevos atentados en Estados Unidos (avioneta sobre la Casa Blanca y paquete bomba en la Fed), que al final se comprobaron falsos, no hacen más que aumentar el deterioro progresivo del entorno de los mercados. Además, aparecen las primeras advertencias oficiales sobre el riesgo que supone la caída de los mercados sobre la recuperación económica.