La supervisión financiera enfrenta a las instituciones
El Banco Central Europeo, la Comisión Europea, el Gobierno alemán y hasta el del Reino Unido (país que aún no pertenece a la unión monetaria) se enfrentan para defender un modelo de autoridad financiera que se aproxime lo más posible a sus intereses y objetivos.Este mismo mes se conocerán nuevas propuestas comunitarias en favor de una convergencia de los tipos de supervisión financiera que conviven ahora en Europa. La sombra de una autoridad federal independiente, responsable de la estabilidad macrofinanciera, empieza a emerger para regocijo de Berlín y en contra de la voluntad del Banco Central Europeo (BCE), firme defensor de que la misión se confíe a los bancos centrales nacionales.
Uno tras otro, los países de la UE se decantan a favor de conferir la supervisión financiera a poderosos organismos independientes a imagen y semejanza de la Financial Services Authority, creada por el Gobierno de Tony Blair.
El modelo británico amenaza la tradicional preponderancia de los bancos centrales en esta tarea. 'Ocho países de la UE van ya en esta dirección', recuerda Michaella Koller, miembro del comité de gestión del Grupo Europeo de Cajas de Ahorros, que representa en Bruselas los intereses de esas entidades financieras.
El grupo presentará la próxima semana su postura ante el debate, pero Koller ya adelanta que 'somos partidarios de un organismo a nivel europeo para vigilar la estabilidad macroeconómica del sistema financiero, pero en la protección del consumidor y del inversor la supervisión debe estar más cercana al ciudadano'.
Modelo final
Los Quince siguen debatiendo el modelo final, pero los ministros de Economía de la UE, bajo presidencia de Rodrigo Rato, se han pronunciado ya a favor de un control político cualquiera que sea la estructura por la que se opte. Las capitales, que han cedido la gestión de la política monetaria al Banco Central Europeo, no parecen dispuestas a renunciar a otra vara de poder.
Pero la Eurocámara también reclama su cuota de control sobre el futuro modelo, mientras que la Comisión Europea propugna un sistema de comités comunitarios en el que mantuviera su capacidad de iniciativa.
Los titulares de Finanzas de Alemania y Reino Unido, Hans Eichel y Gordon Brown, pidieron el pasado mes de abril, en el Consejo de Ministros de Oviedo, la creación de un foro comunitario que actúe ante potenciales desequilibrios internos del sistema financiero o para atajar ataques especulativos exteriores. Pero Berlín considera ya insuficiente ese modelo, y en la reunión de ministros de este mes sorprendía a Rato y compañía con una propuesta para la creación de una autoridad única. La firma de Brown no aparecía. El objetivo de ese organismo sería sólo la autorización de los folletos europeos de oferta pública de venta de acciones. Pero fuentes del sector indican que 'Alemania busca un germen a partir del cual construir un organismo de supervisión europeo'.
Copenhague, que recoge de Madrid el testigo de la presidencia semestral de la UE el próximo 1 de julio, dedicará gran parte de su agenda económica a estudiar la armonización de los modelos de supervisión. 'La UE debe responder al desafío que supone regular la creciente actividad intersectorial entre banca, seguros e inversión, y a la creación de un mercado financiero sin fronteras', urgen distintas fuentes del sector especializadas en supervisión.