Los síndicos de la quiebra de KPNQwest intentan salvar la red
Los síndicos de la quiebra del grupo holandés de telecomunicaciones KPNQwest seguían negociando el viernes para evitar el cierre de la red, presionando a los clientes para que paguen sus deudas e intentando que otro operador se haga cargo de un sistema que, si deja de operar, colapsará las conexiones a Internet de gran número de empresas europeas.
Los síndicos, buscando compradores para KPNQwest, han iniciado una carrera contra el tiempo, ya que si deja de operar la red de fibra óptica perderá su valor. Los administradores de la quiebra han fijado el lunes como fecha límite para cerrar la red si no se consiguen fondos de los clientes, incluyendo los más de 23 millones de euros que adeuda KPN, su principal accionista. Un juzgado belga ordenó el jueves el despido de todos los empleados, incluidos los de E-Bone, espina dorsal de la red de Internet del grupo. Un grupo de trabajadores de E-Bone, sin embargo, se ha ofrecido a seguir trabajando para mantener la red en funcionamiento mientras los administradores ultiman un acuerdo con un gran grupo de telecomunicaciones.
El acuerdo que se negocia supone que la operadora alquilará la red y esos fondos permitirán afrontar el pago de los salarios de los trabajadores para cumplir con la normativa belga. 'Si la red de KPNQwest se cierra, el tráfico europeo en Internet se ralentizará', según un analista.
La británica Colt Telecom se ha hecho con parte de los clientes del grupo a través de un acuerdo con KPN para suministrar Internet a unos 30 clientes del antiguo monopolio holandés en 13 países europeos. Estos clientes generan una cifra de negocio de un millón de euros, según un comunicado de Colt. BT Ignite, por su parte, ha asegurado que ha ganado contratos con clientes de KPNQwest con servicios valorados en seis millones de euros.
La fulminante caída de KPNQwest ha sorprendido a gran parte del sector. La operadora fue uno de los valores estrella durante el boom de las telecos y llegó a valer en Bolsa 42.000 millones de euros.
Ayer su capitalización era de tan sólo tres millones. La deuda de la compañía, controlada por KPN y la estadounidense Qwest en un 87%, superaba los 2.000 millones de euros al cierre del pasado ejercicio. Mientras la estadounidense AT&T sigue adelante con análisis de las cuentas de la compañía, The Wall Street Journal informaba el viernes que un consorcio liderado por Lehman Brothers Holding está dispuesto a adquirir los activos europeos. más información en Cinco red, Página 14
Dos meses para el visto bueno de Competencia
El grupo ACS prevé que el Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía dé luz verde a la operación de compra del 23,5% del capital de Dragados en un plazo de dos o tres meses, según fuentes solventes del grupo que preside Florentino Pérez.
La empresa compradora se muestra confiada en que la operación no encontrará trabas por parte del organismo que depende del Ministerio de Economía, que sin embargo podría imponer una multa por comunicar la operación una vez consumada.
La entrada en Dragados convierte a ACS en el primer grupo constructor español, incluso antes de que decida abordar o no una hipotética fusión con su filial. De hecho, Dragados con la holandesa HBG registra unas ventas anuales agregadas de unos 11.000 millones de euros, con lo que duplica el tamaño de su inmediato perseguidor, el grupo FCC.
La integración de las tres sociedades crearía un grupo capaz de disputar el liderazgo europeo por ventas, beneficios y capitalización bursátil al grupo francés Vinci, fruto a su vez de la integración de dos gigantes, la SGE y Dumez GTM.
Sin embargo hay que esperar a que la nueva Dragados defina la estrategia que desea para HBG, sobre todo con qué activos se queda.