La caída del real y del peso pone en riesgo los planes de crecimiento de Telefónica
La caída del 25% en lo que va de trimestre de la moneda argentina se queda en nada si se compara con la del 20% del real, porque se produce en una zona que aporta el 22% del Ebitda del grupo.
Telefónica aseguró hace sólo tres meses que crecería entre un 8% y un 11% anual hasta 2005 en ingresos y entre un 9% y un 12% en Ebitda (margen bruto de explotación). Eso sí, el cálculo se hizo con tipos de cambio constantes; es decir, las previsiones sólo serían reales si las divisas permanecían a los mismos niveles de 2001. Nada más lejos de la realidad. El peso argentino se ha depreciado un 70,75% frente al euro en lo que va de año. Por si esto fuera poco, el real brasileño perdió un 15,3% de su valor en promedio durante el primer trimestre, comparado con el mismo periodo del año anterior, y desde el cierre de marzo lleva camino de sumar otro tanto, impulsado por la debilidad del dólar frente al euro.
Con estos datos, los analistas consultados coinciden en que a Telefónica se le ha puesto muy difícil crecer este año y calculan un Ebitda plano para el conjunto de 2002. Brasil es el mercado más importante para Telefónica después de España (en 2001 aportó el 22% del margen bruto de explotación) y, en conjunción con Argentina, puede llevarse por delante todo el crecimiento que generen la telefonía móvil y fija nacionales.
'Esto no significa que la situación se nos haya ido de las manos', explican fuentes cercanas a Telefónica. 'Ya dijimos que los resultados serían distintos dependiendo del tipo de cambio'.
Así, las proyecciones que se dieron en la reunión de Sevilla eran sólo 'indicativas', añaden, con el objetivo de demostrar a los analistas cuánto podrían crecer en un entorno estable y su sensibilidad a los cambios monetarios. Por ejemplo, un crecimiento del 9% en el Ebitda, con un peso por dólar como referencia, podría quedarse en el 2% si la divisa argentina se depreciaba un 50%.
Alerta sobre resultados
Queda claro, por tanto, que Telefónica no será la próxima compañía del sector de telecos en alarmar al mercado con la modificación pública de sus previsiones (los famosos profit warnings). Las proyecciones de marzo fueron lo suficientemente cautelosas como para que sigan siendo ciertas en casi cualquier circunstancia, siempre que sólo se tomen en cuenta los resultados de cada filial en las monedas locales.
La operadora es una de las compañías más diversificadas de su sector, lo que tradicionalmente le ha permitido compensar los distintos ciclos que se daban en los diferentes países o segmentos de negocio. Esta vez, sin embargo, la hazaña parece difícil de repetir, sobre todo cuando al desastre argentino se ha unido el hundimiento del real brasileño. Si el efecto argentino ha sido devastador -el beneficio neto del primer trimestre cayó el 72%-, más lo será el brasileño, que aportó el doble al Ebitda el año pasado. Y cuando se combinan los dos en el mismo momento, los resultados son impredecibles.
A pesar de todo, los expertos no se atreven a hablar de pérdidas en el segundo trimestre. 'El beneficio neto es la partida más manipulable de la cuenta de resultados', explica un analista. 'En el primer trimestre apelaron al crédito fiscal para salir de los números rojos y en el segundo siempre pueden sacarse otra cosa de la manga'.
La buena noticia para Telefónica es que Argentina cada vez tiene menos peso en la cuenta de resultados y el efecto de la depreciación de su divisa ha mostrado ya su peor cara. Por otro lado, 'hay un escenario de recuperación claro en Estados Unidos', señala Miguel Jiménez, analista de telecomunicaciones de Renta 4, 'y el primer beneficiado de ello es siempre Latinoamérica'.
'Los problemas estructurales de Telefónica son Argentina y el UMTS europeo; Brasil es sólo coyuntural', señalan en Ahorro Corporación. Con estas premisas, el consenso del mercado espera que la segunda parte del año y, sobre todo, el cuarto trimestre, muestren ya algún signo de recuperación.
La compañía mejora la tecnología de radio de la telefonía rural
El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha pisado el acelerador en sus planes para llevar Internet a todos los rincones de España. Las operadoras de LMDS (telefonía de acceso directo vía radio) recibieron ayer el pliego de condiciones del concurso de suministro de la tecnología que se utilizará para sustituir el actual sistema TRAC en las líneas rurales.
Estas compañías tienen sólo nueve días, hasta el 16 de junio, para responder al ministerio y decidir si quieren participar en el concurso y si aceptan las condiciones. Ciencia y Tecnología ha tomado en sus manos un cometido que podría haber realizado Telefónica, ya que el ex monopolio sigue siendo el encargado de dar el servicio. El problema es que la operadora dominante asegura que, al carecer de licencia de LMDS, no tiene tecnología para llevar Internet a las zonas rurales, con lo que necesita un proveedor. El sistema que parece haber sido finalmente elegido para ello es la telefonía local vía radio, que proveen compañías como Iberbanda, Aló o Jazztel, entre otras.
En España existen en estos momentos 255.000 líneas rurales (Galicia es la comunidad con mayor número) y tienen fecha de caducidad por el imperativo comunitario de que Internet sea un servicio universal. A cambio, Telefónica podría contar con los 120 millones de euros que la Unión Europea está dispuesta a abonar para sufragar parte del coste de modernización de la red.
En un intento de acelerar el proceso, el Gobierno ha impuesto a Telefónica la obligación de sustituir cuanto antes estas conexiones. La operadora tiene que presentar un plan de adecuación antes de cinco meses, con el objetivo de que el 20% de las líneas se adapten entre enero y febrero de 2003. A mitad de año, este porcentaje deberá ascender al 50% y será del 70% a finales del ejercicio que viene. Las restantes tendrán que cumplir las exigencias en 2004.