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Internet

Bertelsmann fuerza la suspensión de pagos de Napster tras comprarla

Según la documentación presentada en un juzgado de Delaware, Napster tiene 7,9 millones de dólares en activos (8,5 millones de euros) y deudas por valor de 101 millones de dólares (107,7 millones de euros).

Tres años después de revolucionar el mundo de Internet y poner en alerta roja a las compañías discográficas que veían cómo su música pasaba de unas manos a otras gratuitamente, Napster solicitó ayer la suspensión de pagos. Era parte del acuerdo cerrado con el gigante alemán de medios de comunicación Bertelsmann, que cerró las negociaciones para comprar la empresa el pasado 17 de mayo. Previamente, en octubre de 2000, llegó a un acuerdo con Napster para ayudarle a desarrollar un servicio comercial que mitigase el daño que ésta hacía a su negocio musical.

Este acuerdo se concretó entonces con una inyección de fondos en concepto de préstamo, de 50 millones de dólares (53,5 millones de euros), por parte de Bertelsmann. Actualmente, con la compañía cerrada desde el pasado mes de julio por orden judicial, Napster debe a la empresa alemana 91 millones de dólares (97,37 millones de euros), según la documentación presentada y que especifica que sólo emplea a 18 personas después de haber despedido a 30 empleados en abril y 10 más en marzo.

La mayor parte de esta deuda se ha producido por la falta de negocio desde hace casi un año y los costes de defensa ante los tribunales, además de los del desarrollo del servicio de pago para poder volver a tener un negocio activo.

La oferta de compra de Bertelsmann del pasado mes es el resultado de unas largas negociaciones que se han roto en algunas ocasiones, momento que ha aprovechado la alemana para rebajar el precio para dejarlo en los ocho millones de dólares que se ha comprometido a pagar.

Esta tortuosa negociación sólo se pudo cerrar después de que el consejero delegado de Napster, Konrad Hilbers, y su fundador y director tecnológico, Shawn Fanning, renunciaran a sus puestos por no poder cerrar un acuerdo y relanzar el servicio de la endeudada compañía. Ambos volvieron tres días después cuando los miembros del consejo que se oponían al acuerdo aceptaron que era la única salida para la empresa. No es la única vez que esta joven empresa se enfrenta a problemas de gestión. Los primeros se produjeron la primera vez que Bertelsmann hizo una oferta de compra. Entonces, el primer directivo de Napster, John Fanning, tío de su fundador, demandó a otros directivos por no estar de acuerdo sobre la división de los beneficios de la transacción.

Los planes de Bertelsmann para Napster pasan por una reorganización de la empresa bajo supervisión judicial que permita que la compañía emerja como una filial en la que se desarrollen sus negocios de música digital. Ahora es el juez quien debe aprobar la venta.

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