El regulador bursátil de EE UU deja sin multa la infracción de Microsoft
El regulador de los mercados bursátiles de EE UU (SEC) decidió ayer acusar a Microsoft de violación de las reglas de contabilidad por ocultar millones de dólares en ingresos y beneficios entre 1995 y 1998. Con estos cargos, que no llevan aparejados una pena de multa, se confirman los rumores que circulaban estos días en ambientes cercanos a la empresa de Bill Gates y la propia SEC en el sentido de que era muy difícil que la compañía tuviera que hacer frente a fuertes cargos.
Según Isaac Hunts, miembro del comité de la SEC, la conducta de Microsoft no resultará en una sanción porque las violaciones de la ley 'no han dañado los intereses de los inversores'.
La acusación de la SEC viene precedida de un acuerdo entre organismo y empresa que anulará el proceso judicial y que supone por parte de Microsoft la aceptación de sanciones en el caso de repetición de la misma conducta en el futuro. Como es habitual en estos casos, la empresa no ha admitido haber hecho nada ilegal.
Más allá de esa no aceptación expresa, que no tácita, de los cargos, desde Microsoft no se ha querido hacer ningún comentario y sólo se ha señalado que en todo momento se ha colaborado con la SEC en la resolución de este antiguo conflicto.
El organismo regulador se ha visto forzado a emplearse con más celo en el análisis financiero de las empresas después de que pasaran por delante de sus técnicos las cuentas de Enron, una empresa que sistemáticamente insistía en el engaño a sus inversores con una muy discutible contabilidad, lo que la ha precipitado a una suspensión de pagos que ha levantado fuertes sospechas en los mercados, en la efectividad de los reguladores, de las auditorías y en otras instituciones.
Lo sorprendente en el caso de Microsoft es que sus cuentas se habían desinflado, y no lo contrario, que es lo habitual, para poder ofrecer a los inversores una imagen de estabilidad lejos de los vaivenes que pueda acarrear la estacionalidad de su mercado.