El negocio inmobiliario vuelve a pesar en la constructoras
El negocio inmobiliario vuelve a tener peso en las constructoras. El sector constructor ha superado la experiencia negativa sufrida en la parte baja del anterior ciclo a mediados de los noventa, en el que el quebranto inmobiliario repercutió en las cuentas de las compañías de construcción. Florentino Pérez, presidente del grupo constructor ACS, suele comentar que precisamente los problemas pasados que el negocio inmobiliario creó a la constructoras explican la práctica inexistencia en ACS del negocio inmobiliario, si bien está muy posicionada en suelo.
Ferrovial, con Ferrovial Inmobiliaria; Acciona, con Necso Inmobiliaria; Dragados, con Urbis (habrá que esperar a ver qué hace el nuevo accionista de Dragados), y FCC, que tiene el 50% de Realia, han retomado posiciones en el negocio inmobiliario, si bien inmobiliario y construcción están más diferenciados dentro de la estructura de los distintos grupos que lo estuvieron en épocas pasadas.
Sorpresa
La compra por Sacyr del 24,50% del capital social de Vallehermoso viene a abundar en este posicionamiento, mientras que en el mercado se daba por seguro que el nuevo accionista de referencia de Vallehermoso sería otra compañía inmobiliaria.
Sacyr irrumpe en el negocio inmobiliario como accionista de referencia de la compañía más grande del sector. El valor de los activos inmobiliarios del grupo Vallehermoso era a 31 de diciembre pasado, según la consultora inmobiliaria internacional CB Richard Ellis, de 3.976 millones de euros. Las plusvalías implícitas en los activos valorados, por comparación del valor de mercado asignado por CB Richard Ellis y el coste contable, superaban los 1.407 millones.
Vallehermoso cerró el último ejercicio con un beneficio neto atribuible de 140,9 millones, superior un 72% al del año precedente. La cifra de negocio creció un 72,2%, hasta situarse en 893,5 millones de euros. El cash-flow operativo (Ebitda) alcanzó 304,3 millones.