Las empresas británicas, resignadas ante la "fiebre del Mundial"
El Mundial de Fútbol se celebra en las antípodas y pocos fans ingleses podrán pagarse el viaje, así que las empresas de dicho país se preparan con imaginación para la "fiebre del Mundial", que amenaza con causar muchas bajas laborales.
"Si las empresas se muestran flexibles, los empleados deberán comportarse de forma responsable", indicaron fuentes del ministerio de Comercio e Industria.
Prudential, número dos del sector de seguros en Gran Bretaña, introdujo un programa de horarios flexibles durante junio.
Los 6.500 asalariados de la compañía podrán ausentarse durante un partido, siempre y cuando recuperen luego el tiempo perdido.
Cada empleado deberá de todas formas advertir a su jefe con tiempo de los partidos que quiere ver, ya sea en casa, en las áreas de reposo en la empresa o en un bar. "Siempre y cuando no vuelvan a la oficina completamente borrachos", advirtió un portavoz.
A pocos días del inicio del Mundial, no todas las empresas disponen de reglas claras ante el delicado asunto.
En la fábrica automovilística Nissan de Sunderland (norte de Inglaterra), donde trabajan 4.900 personas, "todos los empleados que lo quieran podrán ver los partidos disputados por Inglaterra", según un portavoz.
"Estamos pensando en instalar una pantalla gigante en el restaurante" de la empresa", dijo.
En cuanto a los partidos de la mañana, los equipos de trabajo podrían verse autorizados a empezar (y acabar) más tarde. No habrá retrasos en la producción, insisten fuentes de la dirección.
El banco Lloyds TSB ha adoptado "una actitud juiciosa", asegura un portavoz.
La entidad ha recomendado a sus ejecutivos y jefes de sucursal que permitan a los empleados "faltar" a la hora del almuerzo para ver los partidos, "a partir del momento en que quede suficiente personal para servir a los clientes".
Los grandes almacenes Marks and Spencer dejan a cada responsable de almacén decidir.
Sin embargo, el grupo les recomienda que autoricen los intercambios de horarios entre empleados, así como la posibilidad de tomar un día de vacaciones, siempre y cuando el servicio a la clientela no se resienta.
"Es evidente que no nos podemos permitir tener a todos los empleados de una tienda pegados al televisor", señala una portavoz.
Marks and Spencer alentará por otra parte a sus trabajadores a dar una libra esterlina (0,62 euros) a una obra de caridad, por cada partido que vean.
Esas medidas no están confinadas al sector privado. El ministerio de Comercio e Industria indica que "por principio, no ha sido programada ninguna reunión durante el partido Argentina-Inglaterra del 7 de junio".
Queda por saber si esos gestos de buena voluntad bastarán para evitar las gripes inesperadas, o las crisis hepáticas, excusas más usadas para faltar al trabajo.
BarclaysCard, filial de Barclays, que patrocina el campeonato inglés de Primera División, estima en varios miles de millones de libras las pérdidas para la economía inglesa por absentismo laboral durante esos días.
Según un sondeo realizado por BarclaysCard, el 40% de los 15,2 millones de fans ingleses prevén ponerse enfermos al menos una vez.
Los patronos ya han echado cuentas: a 66 libras (97 dólares) como media el coste de una jornada de trabajo, eso representa una pérdida de 3.200 millones de libras (unos 4.600 millones de dólares), siempre y cuando Inglaterra llegue a la final.
Eso no significa, se apresuran a aclarar los directivos, que la patronal quiera la eliminación cuanto antes de la escuadra nacional.
En Nissan, "los jefes son fans tan entusiastas como los empleados", afirman, mientras que en Lloyds TSB, "todo el mundo quiere que vuelvan con la Copa".